El Concejo del Distrito de Columbia aprobó este martes un proyecto de ley de emergencia que pretende reformar la Policía de la zona y, entre otras disposiciones, prohíbe al cuerpo el uso de gases lacrimógenos y balas de goma. La legislación, aprobada por unanimidad, también prohíbe el uso del gas pimienta contra manifestantes, así como "proyectiles menos letales", como granadas de aturdimiento.

Asimismo, la ley también impide al Departamento de Policía Metropolitana que contrate a agentes que hayan sido despedidos en otra jurisdicción o hayan renunciado antes de recibir una medida disciplinaria o que esta se encuentre pendiente. Los cambios aprobados este martes estarán vigentes durante 90 días, según ha informado ‘The Washington Post‘, pero pueden extenderse hasta los 225 con una segunda votación. El Concejo deberá celebrar vistas públicas y votar de nuevo si quieren hacer la medida permanente. La Policía de Washington utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a manifestantes de las inmediaciones de la Casa Blanca en el contexto de las protestas que se registran en Estados Unidos desde la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd. El objetivo era que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pudiera acercarse a la iglesia de Saint John, para lo que tuvo que cruzar el Parque Lafayette. Allí, el presidente se fotografió sosteniendo una biblia.

Mientras la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, condenó las acciones de la Policía, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, defendió lo ocurrido, aludiendo a que la fuerza se empleó debido a las dificultades para reubicar a las autoridades, que decidieron expandir la barrera alrededor de la Casa Blanca. Asimismo, indicó que la multitud "se estaba volviendo más rebelde". DISTURBIOS "PELIGROSOS" En este contexto, Barr ha escrito este martes a Bowser para especificar que el uso de la Policía federal estadounidense y las tropas de la Guardia Nacional en Washington fue "necesario" porque los disturbios eran "peligrosos" y habían alcanzado "niveles sin precedentes", ha informado la cadena de televisión CNN. "Las imágenes en televisión de estos eventos, vistas por personas en toda la nación y alrededor del mundo, transmitían la impresión de que Estados Unidos estaba a punto de perder el control de su capital", ha indicado Barr en la misiva, escrita como respuesta a una carta anterior de Bowser en la que la alcaldesa pedía a Trump que retirara a los efectivos desplegados en la ciudad.

Trump retiró a la Guardia Nacional de Washington el domingo pasado, después de varios días de protestas pacíficas. Barr, que también ha defendido que desplegar a la Policía y a las fuerzas militares era una "respuesta temporal a una crisis de seguridad en aumento", ha señalado que "los disturbios en la sede del Gobierno amenazaban la seguridad de los agentes de la ley y las operaciones del Gobierno de Estados Unidos". "Permítame asegurarle que el presidente comparte su interés en regresar a una situación en la que tales fuerzas adicionales son innecesarias para mantener la ley y el orden en el distrito", ha concluido Barr.