Casi 1,4 millones de estudiantes de educación infantil y primaria retomarán las clases este martes, 1 de septiembre, con nuevas medidas de prevención y control epidemiológico en Wuhan, origen de la pandemia global de coronavirus. La principal novedad es que la mascarilla no será obligatoria. Las autoridades municipales han informado así de la reapertura de 2.842 escuelas infantiles y colegios en los que no será obligatorio el uso de mascarilla, pero sí deberán llevarla consigo en todo momento, ha explicado en rueda de prensa el subdirector de la Concejalía de Educación de Wuhan, Wang Chifu.

Entre las medidas adoptadas se ha impartido formación sobre prevención epidémica al personal, ha apuntado un responsable del centro de control y prevención de enfermedades de Wuhan, Li Junlin. Además, los centros estarán permanentemente comunicados con un hospital de referencia y se establecerá un "canal verde" para la atención urgente a estudiantes, ha destacado Li. La epidemia de coronavirus originaria de Wuhan ha contagiado ya a más de 24 millones de personas en todo el mundo y los muertos superan los 837.000.

Entre tanto, cerca de 5.800 personas sospechosas de haber cometido delitos penales relacionados con el covid-19, como fraudes o incluso homicidios, han sido detenidas en China desde enero, informó la fiscalía nacional. Algunas están acusadas de haber organizado recaudaciones de fondos engañosos, de vender equipos médicos defectuosos, de haber hecho declaraciones falsas sobre su salud o de haber ocultado desplazamientos. Otros casos son más graves Por ejemplo, una persona es sospechosa de haber golpeado a muerte a un cliente de un supermercado que le pidió que usara mascarilla, otra de arrollar voluntariamente a personal médico con su coche y una tercera de haber apuñalado a un agente durante un control de temperatura.

"Desde enero a julio, 5.797 personas fueron detenidas y enjuiciadas", dijo el jueves la fiscalía popular suprema en su página web. El comunicado no precisa cuántas personas siguen detenidas ni si han sido condenadas. El nuevo coronavirus fue detectado por primera vez en China a finales de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan (centro). Desde entonces, las autoridades emprendieron una contundente campaña para frenar el avance del covid-19. Dicha campaña consistió en el confinamiento estricto de barrios o ciudades, controles de temperaturas, cuarentena de 14 días a la llegada al país, o seguimiento de los habitantes mediante geolocalización o historial de viajes para identificar rápidamente a los enfermos. El tapabocas es obligatorio en los supermercados, cines y otros lugares cerrados, pero la mayoría de los chinos también lo llevan en el exterior por temor a contagiarse.

China ha prácticamente controlado el coronavirus en su territorio. En los últimos días no ha informado de ningún caso de origen local. *Con información de Europa Press y AFP