El presidente chino, Xi Jinping, inauguró este martes 17 de octubre el foro sobre la Nueva Ruta de la Seda, un encuentro de dos días celebrado en Pekín en el que participan destacados líderes asiáticos y en el que también se encuentra presente el presidente ruso, Vladimir Putin.
El mandatario recibió a Putin con un apretón de manos a su llegada al Gran Salón del Pueblo de la plaza de Tiananmen para la ceremonia inaugural del foro, en el que participan 130 países, recogió la agencia de noticias TASS.
“Sí, vemos que algunas personas lo consideran un intento de la República Popular de China de imponer su control sobre alguien, pero nosotros lo vemos de otra manera, simplemente vemos deseo de cooperación”, dijo a la televisora estatal CCTV, según una transcripción publicada el lunes por el Kremlin.
La cumbre también daba la oportunidad a Putin de reunirse con otros líderes globales que han criticado la estrategia occidental ante la guerra de Rusia en Ucrania.
En una reunión con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, cuyo país es miembro de la Unión Europea y de la OTAN, Putin dijo que los dos países han mantenido buenas relaciones pese a las tensiones recientes.
“Causa satisfacción que hayamos logrado preservar y desarrollar relaciones con muchos países europeos, incluida Hungría”, dijo Putin al inicio de las conversaciones con Orbán.
Orbán, que criticó a menudo las sanciones occidentales contra Rusia, señaló que su país sigue queriendo mantener los lazos con Rusia. “Hungría nunca quiso enfrentarse a Rusia. Hungría siempre ha estado deseosa de expandir los contactos”, dijo el mandatario a su homólogo ruso. Hungría ha mantenido los contactos con Rusia en materia de gas y energía nuclear pese a las sanciones de la UE.
Cuando la prensa le preguntó el viernes por su visita, Putin dijo que incluiría conversaciones sobre proyectos asociados al Cinturón y Ruta, que según dijo Moscú quiere asociar a los esfuerzos de una alianza económica en países de la antigua Unión Soviética, la mayoría en Asia Central, para “alcanzar objetivos comunes de desarrollo”.
También restó importancia al impacto de la influencia económica china en una región que Rusia considera desde hace mucho como su órbita, y donde ha trabajado para mantener la presencia política y militar. “No vemos contradicciones aquí, al contrario, hay una cierta sinergia”, dijo Putin.
El mandatario ruso dijo que también hablaría con Xi sobre los crecientes lazos económicos entre sus países en los sectores financiero, energético y tecnológico. China también ha ganado peso como destino para las exportaciones rusas.
Poco antes, Xi se reunió con el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, así como con su homólogo kazajo, Kasim Yomart Tokayev, e indonesio, Joko Widodo, entre otros contactos al margen del foro, según informó la agencia de noticias Xinhua.
La Nueva Ruta de la Seda china, que celebra su tercer foro, financia proyectos de infraestructura en todo el mundo y es una iniciativa que se ha convertido en uno de los caballos de batalla de la rivalidad entre Pekín y Washington.
Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron en septiembre desde Nueva Delhi, en el marco de la cumbre del G20, un vasto proyecto para conectar el continente europeo con Oriente Próximo e India tanto por tren como por mar en un intento por contrarrestar la influencia china.
En el marco de este proyecto, presentaron también el Corredor Transafricano, una nueva vía férrea entre el puerto occidental de Angola, República Democrática del Congo, Zambia y el océano Índico, según explicó el propio presidente estadounidense, Joe Biden.
*Con información de Europa Press y AP.