Las oraciones de los fieles seguidores del pastor brasileño Huber Carlos Rodrigues fueron en vano ante la promesa que les hizo de resucitar a los tres días de su fallecimiento. A las puertas de la funeraria esperaron por varios días, pero no ocurrió el milagro de la resurrección.
El insólito caso se presentó el pasado fin de semana en la ciudad de Goiatuba, en el estado de Goiás. Medios de Brasil reseñaron que Rodrigues dejó escrito en el año 2008 un breve documento tras recibir “divinas revelaciones”, que una vez muerto resucitaría a los tres días.
El hombre detalló, incluso, la hora exacta en la que volvería a la vida: las 11:30 de la noche. Y de su puño y letra dejó escrito lo siguiente: “Mi integridad física tiene que ser totalmente preservada, ya que estaré tres días muerto y al tercer día, resucitaré”.
Según publicó el medio RT en Español, el pastor falleció por covid-19 la semana pasada, y que una multitud de seguidores esperó que resucitara frente a las puertas de la funeraria por más de tres días.
Las autoridades de Vigilancia Sanitaria presionaron para que la gente lo sepultara. Sin embargo, esperaron tres días y, para preservar las condiciones del cuerpo, mantuvieron al pastor en una cámara frigorífica.
En redes sociales publicaron varios videos en los que se observa a un grupo de personas esperando el momento de la resurrección con música y cánticos.
El pasado 24 de agosto de 2021 ocurrió otro caso desconcertante y similar en el sur de África. Un hombre de 22 años, identificado como James Sakara y que se se desempeñaba como pastor de la iglesia Sion en una congregación cristiana de Zambia, quiso imitar el gesto que cuenta la Biblia sobre la resurrección de Jesucristo.
El hombre fue encontrado muerto luego de que pidiera que lo sepultaran vivo para, supuestamente, volver a la vida tres días después, como Jesús. Sakara intentó repetir la hazaña, a pesar de que la mayoría de los integrantes de la congregación se habían mostrado en contra de dejar que siguiera adelante con la idea.
Sin embargo, el joven africano encontró tres feligreses que cooperaron para sepultarlo vivo y probar si realmente era posible resucitar de entre los muertos. Los miembros de la congregación cavaron la tumba con poca profundidad, ataron las manos y los pies de Sakara y lo enterraron vivo.
En Colombia también se han presentado casos parecidos de personas que esperan resucitar como Jesucristo. En el año 2018, el migrante venezolano César Alexis Blanco, de 20 años y quien hacía dos había llegado a Colombia por la crisis económica y política en su país, recibió varios disparos en Puerta del Sol, un barrio popular de Cali.
En un principio sus familiares pretendían enterrarlo tan pronto les fuera entregado el cuerpo, pero la congregación de fe a la que pertenecía Blanco aseguró haber recibido un mensaje celestial que les hizo cambiar de planes.
“Dios encomendó que se trajera el cuerpo y se velara aquí (en la casa), entonces en eso Dios dice que va a hacer algo mayor: levantar al muchacho y que se va glorificar aquí en Puerta del Sol”, declaró en ese momento Julio Blanco, padre de la víctima, a la agencia de noticias AFP.
El prolongado velorio duró nueve días y obligó a la intervención de las autoridades ante el reclamo de los vecinos, que temían que el cuerpo se descompusiera y generara un brote epidémico. “El cuerpo no huele porque lo han arreglado bien, pero las bacterias están saliendo del organismo de ese muchacho”, se quejó Luz Morán, habitante del barrio Puerta del Sol. César Alexis Blanco nunca resucitó y sus familiares tuvieron que sepultarlo.