Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han elevado este martes a cerca de 31.200 los palestinos muertos a causa de la ofensiva lanzada por Israel contra el enclave tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el grupo islamista palestino.
“El balance de la agresión israelí ha aumentado a 31.184 mártires y 72.889 heridos desde el 7 de octubre”, ha dicho el Ministerio de Sanidad en un comunicado, en el que ha detallado que durante el último día se han confirmado “ocho masacres” que han dejado 72 muertos y 129 heridos.
“El 72 por ciento de las víctimas de la agresión son niños y mujeres”, ha manifestado, al tiempo que ha especificado que al menos 27 personas han muerto a causa de desnutrición y deshidratación, en medio del ahondamiento de la gravísima crisis humanitaria en Gaza.
Por último, ha recalcado que numerosas víctimas “siguen bajo los escombros” y “tiradas en las carreteras” y ha incidido en que “la ocupación evita que las ambulancias y el personal de Defensa Civil pueda llegar a ellas”, por lo que la cifra de muertos podría ser más elevada. Además, las autoridades cifran en cerca de 7.000 los desaparecidos.
En este contexto, la organización no gubernamental World Vision se ha mostrado profundamente preocupada por las informaciones sobre la muerte por inanición de niños en la Franja de Gaza. “Como en muchos otros conflictos, la inanición y la muerte de los niños y niñas son evitables si la ayuda humanitaria adecuada llega a tiempo”, ha dicho la responsable de la ONG para Oriente Próximo y Europa del Este, Eleanot Monbiot.
“Estos informes muestran que el tiempo se está acabando y que la entrega inmediata de alimentos y otra ayuda humanitaria vital es ahora una cuestión de vida o muerte para la infancia que se ha visto atrapada en esta crisis”, ha dicho, en referencia a la confirmación por parte de las autoridades gazatíes sobre la muerte por inanición de al menos 15 niños gazatíes.
Por su parte, el presidente de World Vision International, Andrew Morley, ha destacado que “los niños y niñas se ven abocados a niveles inaceptables de inseguridad alimentaria, desnutrición e inanición debido al conflicto, y en ningún lugar del mundo es esto más evidente que en la Franja de Gaza”. “El número de niños y niñas afectados es desgarrador y catastrófico. Detrás de cada número hay una historia individual y su lucha por la supervivencia”, ha añadido.
“Toda la región se beneficiará de un aumento de la ayuda humanitaria y de un alto el fuego duradero. Los niños y niñas se han visto afectados gravemente y no sólo sufren las consecuencias inmediatas para su salud, que pone en peligro su vida, sino que también corren el riesgo de sufrir consecuencias a largo plazo en su desarrollo debido al hambre y la desnutrición prolongadas”, ha dicho, al tiempo que ha reseñado que “esta generación de niños y niñas ya se enfrenta a graves secuelas físicas y mentales” y que “los efectos de la violencia y la hambruna agravarán los problemas de la infancia hoy y en el futuro”.
“Pedimos y esperamos que prevalezca la paz, por el bien de los innumerables niños y niñas cuyas vidas se han visto destrozadas por meses de dolor y sufrimiento inimaginables. La protección de la vida de cada niño y de cada niña está consagrada en el Derecho Internacional. Ningún niño ni niña debería pasar hambre”, ha zanjado Morley.
Israel lanzó su ofensiva contra el enclave tras los citados ataques de Hamás, que dejaron alrededor de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados. A estos balances de víctimas se suman cerca de 415 palestinos muertos en Cisjordania y en Jerusalén Este a manos de las fuerzas de seguridad de Israel y en ataques ejecutados por colonos desde el 7 de octubre.