El juez haitiano Jean Wilner Morin ha descartado este 11 de febrero que vaya a asumir el caso del magnicidio del presidente Jovenel Moïse, después de que varios medios de comunicación locales hayan puesto la lupa en él tras la renuncia del magistrado de instrucción Chavannes Étienne.
“No me interesa ni de cerca, ni de lejos, ni de muy lejos”, ha señalado a través de su perfil de Twitter. La investigación del caso ha quedado huérfana después de que el juez Étienne renunciara a hacerse cargo de ella alegando razones personales menos de una semana después de su nombramiento.
Étienne es el cuarto juez que pasa por el caso que investiga el asesinato de Moïse del pasado 7 de julio, cuando un grupo de mercenarios, la mayoría de ellos colombianos, asaltó su residencia en Puerto Príncipe.
Entre estos jueces está Garry Orélien, que llegó a asegurar que el primer ministro, Ariel Henry, estaría relacionado con la planificación del magnicidio y vinculado a uno de los autores intelectuales, según CNN.
De acuerdo con una grabación a la que tuvo acceso la cadena estadounidense, el juez Orélien aseguró que Henry “está relacionado y es amigo del autor intelectual del asesinato”, en cuya elaboración él mismo habría participado, según estas acusaciones. “Ariel es el principal sospechoso y lo sabe”, dijo.
A pesar de que Étienne argumentó motivos personales para salir de la investigación, varios jueces han denunciado que las condiciones para llevar a cabo el caso no son las más idóneas, con unas estructuras judiciales debilitadas, presiones y amenazas de todo tipo, así como por la dificultad para extraditar a los principales sospechosos intelectuales y materiales del crimen.
“Para investigar el caso de manera adecuada, el juez debe exigir la extradición a Haití de todos los sospechosos detenidos en el extranjero, particularmente aquellos que están en Estados Unidos”, contaron fuentes judiciales al diario haitiano Le Nouvelliste.
En ese sentido, esa misma fuente ha explicado que “sería imposible” que un juez haitiano pudiera dictar sentencia sin escuchar antes a sospechosos como Marco Antonio Palacios, confeso asaltante de la residencia de Moïse y preso en Estados Unidos; John Joel Joseph, antiguo senador retenido en Jamaica, y el empresario Samir Handal detenido en Turquía.
Por el momento, al menos 40 personas se encuentran detenidas en relación con este caso. Sin embargo, la investigación avanza lentamente y no se han formulado cargos contra ninguno de los arrestados en Haití.
Cabe mencionar que el asesinato de Moïse profundizó la ya dramática crisis en Haití, que vive un clima de inseguridad por la creciente violencia de pandillas y una oleada de secuestros.
El primer ministro Ariel Henry, que ha estado a cargo del ejecutivo tras la muerte de Moïse, dijo a la AFP que en enero él también había sido blanco de un intento de homicidio durante la celebración de las fiestas nacionales.
Las autoridades haitianas habían publicado un cartel de búsqueda de John Joel Joseph, descrito como un individuo “peligroso y armado”.
Además, los fiscales de Estados Unidos dijeron que el complot contra el fallecido gobernante “se concentró inicialmente en realizar un secuestro del presidente como parte de una supuesta operación de arresto”, pero esta “en última instancia terminó siendo un complot para matarlo”.
*Con información de Europa Press y AFP.