Otros tres buques cargados de grano zarparon este viernes de Ucrania gracias al acuerdo respaldado por la ONU para que Rusia levante el bloqueo de puertos ucranianos con el fin de aliviar la crisis alimentaria mundial.
Los barcos, cargados con más de 57.000 toneladas de maíz, zarparon este viernes por la mañana, en plena polémica tras la publicación de un informe de Amnistía Internacional en el que la organización acusa a Ucrania de poner en peligro la vida de civiles.
Este mismo viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fortalecido por su reciente éxito diplomático sobre la exportación de grano, tiene previsto reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Sochi, a orillas del mar Negro, para buscar la apertura de negociaciones para una tregua entre Rusia y Ucrania.
Cinco días después de la salida del primer buque con grano del puerto ucraniano de Odesa desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, otros tres cargamentos salieron de Ucrania en convoy, iniciando una serie de rotaciones regulares para abastecer los mercados agrícolas, anunció el Ministerio de Defensa turco.
Los tres barcos desembarcarán en Irlanda, Inglaterra y Turquía, según informó el Ministerio en un comunicado. Al mismo tiempo, un buque de carga se dirige al puerto ucraniano de Chernomorsk para cargar grano.
Navegan bajo la supervisión del Centro de Coordinación Conjunta (CCC), con sede en Estambul, encargado de controlar las exportaciones de grano ucraniano a través del mar Negro, conforme al acuerdo internacional firmado en Turquía el 22 de julio.
“Nuestro principal objetivo es aumentar el volumen de transbordo en nuestros puertos. Tenemos que procesar 100 transbordos al mes para poder exportar la cantidad necesaria de productos alimenticios”, declaró el ministro de Infraestructuras ucraniano, Oleksandr Kubrakov.
El envío de granos a los mercados mundiales pudo reanudarse gracias a un acuerdo entre Kiev y Moscú mediado por Turquía y la ONU, en un intento de aliviar la crisis alimentaria que disparó los precios de los alimentos.
“De agresor a víctima”
Pero esta victoria diplomática se vio empañada por un informe publicado el jueves por Amnistía Internacional (AI) en el que la organización acusa a las tropas ucranianas de violar el derecho internacional y poner a civiles en peligro con su defensa ante la invasión rusa.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, rechazó el informe de AI y afirmó que el informe “traslada la responsabilidad del agresor a la víctima”.
“No hay ninguna condición, ni siquiera hipotética, en la que se justifica un ataque ruso a Ucrania. La agresión contra nuestro Estado es injustificada, invasiva y terrorista”, declaró Zelenski.
En su último informe, la organización señaló incidentes en 19 localidades donde las fuerzas ucranianas habrían puesto a civiles en peligro, al establecer bases en zonas residenciales y lanzar ataques desde zonas pobladas.
Sin embargo, el grupo por los derechos humanos subrayó que eso “no justifica en absoluto los ataques indiscriminados rusos” contra la población civil.
Ucrania informó este viernes de bombardeos rusos contra varias localidades, incluyendo Nikopol y Kryvyi Rig, en el este, donde varias casas y una gasolinera fueron alcanzadas.
Varios misiles cayeron durante la noche en Zaporiyia, en el centro de Ucrania, donde Rusia ha sido acusada de almacenar armas pesadas en la mayor central nuclear de Europa en territorio ucraniano ocupado.
También se produjeron intensos bombardeos sobre la segunda ciudad del país, Járkov, en el noreste, donde resultaron dañadas viviendas, tiendas, un mercado y un centro educativo.
Contraaofensiva
Ocho personas murieron y cuatro resultaron heridas el jueves por un ataque ruso que alcanzó una parada de autobús en Toretsk, cerca de la línea del frente oriental, según el gobernador regional.
Las fuerzas ucranianas están llevando a cabo una contraofensiva en el sur del país, donde afirman haber retomado más de 50 localidades controladas por Moscú. También dijeron haber liberado dos pueblos en la región oriental de Donetsk el jueves y uno cerca de Járkov el viernes.
Por otra parte, la Unión Europea (UE) anunció el jueves la imposición de sanciones al expresidente ucraniano Viktor Yanukóvich y su hijo Oleksandr por supuestamente socavar la seguridad ucraniana.
Yanukóvich fue depuesto en 2014 por un alzamiento popular contra el posicionamiento prorruso de su gobierno. Tras su destitución, Rusia anexó la península ucraniana de Crimea y un enclave de la región oriental del Donbás.
Según la UE, el hombre de 72 años radicado en Rusia aún tiene “un papel socavando o amenazando la integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania”.
El documento lo acusa de tramar para volver al poder si la invasión rusa depone a Zelenski. Su hijo es acusado de “realizar transacciones con grupos separatistas en la región del Donbás”.
*Con información de la AFP.