Lo ocurrido en el Bundestag bien puede calificarse de histórico. Eran poco después de las 9 de la mañana y había circulado el rumor de que la videoconferencia con el presidente ucraniano probablemente se retrasaría, porque se habían registrado ataques en las cercanías del palacio presidencial en Kiev.
Silencio absoluto en el Bundestag
Pero, entonces apareció en la pantalla, y mientras hablaba a los parlamentarios, el salón plenario se mantuvo en silencio. Un silencio absoluto. Un silencio de profunda consternación. Algunos parlamentarios se llevaban las manos al rostro al escuchar las palabras de Volodímir Zekenski sobre lo que padece Ucrania.
El presidente ucraniano describió con énfasis el craso horror de la guerra: “Rusia destruye nuestras ciudades y bombardea todo lo que hay. Barrios residenciales, hospitales, escuelas e iglesias. Todo. 108 niños han sido asesinados en plena Europa”, dijo. Pero Zelenski no se limitó a describir el sufrimiento. Amplios pasajes de su discurso, de aproximadamente 10 minutos, fueron un desesperado reproche a Occidente y, especialmente, a Alemania.
“Nord Stream 1, el cemento de un nuevo muro”
Afirmó que las sanciones que Europa y la comunidad internacional adoptaron contra Rusia son demasiado débiles como para detener a Vladimir Putin. Y que los envíos de armas no alcanzan. Todavía hay demasiadas empresas alemanas activas en Rusia, “el país que simplemente se aprovecha de ustedes”, dijo Zelenski. Concretamente, mencionó el gasoducto Nord Stream 1, que aún opera entre Rusia y Alemania, y que calificó como “cemento para el nuevo muro en Europa”.
Ese término se repitió varias veces en su discurso: la palabra “muro”. Recordando los oscuros tiempos de la Guerra Fría, afirmó que “en Europa hay nuevamente un muro”. Aludió también al antiguo presidente estadounidense Ronald Reagan, quien, en junio de 1987, exhortó en Berlín a derribar el muro. Ahora, Zelenski apeló directamente al canciller alemán. “Estimado canciller Scholz: ¡destruya este nuevo muro! ¡Ayude a detener esta guerra!”.
“La vacilación occidental hizo posible la guerra”
Una vez más, el presidente ucraniano lamentó que Occidente y la Otan no quieran establecer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, para no verse arrastrados a la guerra. Reprochó la actitud reacia a hablar con Ucrania sobre una posible adhesión a la Unión Europea y a la Otan, en el pasado y también ahora, después del ataque. A su juicio, esa vacilación hizo posible la guerra desatada por Rusia. Y les recordó perentoriamente a los alemanes su responsabilidad histórica, 80 años después de los crímenes perpetrados por Alemania contra ucranianos.
Terminado el discurso, daba una sensación extraña que el Bundestag pasara al orden del día y debatiera otros asuntos. La oposición cristianodemócrata había solicitado con vehemencia una declaración del Gobierno y un debate. Pero el Gobierno rechazó una moción para hablar sobre el discurso de Zelenski, remitiéndose al debate del miércoles sobre la situación en Ucrania.
La vicepresidenta del Bundestag, Katrin Göring-Eckardt, de los Verdes, había inaugurado la sesión antes del discurso del presidente ucraniano, a sabiendas de que se trataría, en buena parte, de un reproche, pese a todos los agradecimientos por las múltiples ayudas alemanas. Göring-Eckardt recordó la visita que hizo a Kiev durante las protestas de 2004, y pronunció una frase que escuchó decir entonces a muchos manifestantes. “Juntos somo muchos. Somos invencibles”, dijo en ucraniano.
Además, hubo en esta sesión otro detalle inusual. Durante el discurso de Zelenski, ondearon en el edificio de Bundestag tres banderas: la alemana, la europea y la ucraniana.
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