El zoo de Munich se sumó esta semana a una celebración mundial que cada vez recoge más participantes: el orgullo gay. El lugar participó con una iniciativa que pone el foco en la vida íntima de todas las criaturas, grandes y pequeñas, para promover la tolerancia entre los humanos. "Para nosotros, es importante hablar" de la homosexualidad en el reino animal y mostrar que el amor entre sujetos del mismo sexo ocurre en la naturaleza, indicó el portavoz del zoológico de Múnich, Dennis Spaeth.

"Desgraciadamente, cada vez vemos a más gente en Alemania de la derecha reaccionaria que ataca los derechos del colectivo LGTBQI [lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, queer, intersexuales]". Aunque en Baviera, una región de Alemania mayoritariamente católica, la aceptación de los homosexuales haya crecido mucho y a pesar de que en 2017 se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, los no heterosexuales siguen siendo blanco de ataques violentos de vez en cuando. Le recomendamos: La pareja de pingüinos gay que secuestraron a una cría abandonada por sus padres La policía registró 91 ataques motivados por la orientación sexual de la víctima el año pasado. Dentro del zoo, la primera parada del tour del Orgullo se hace en la zona de las jirafas, donde los animales dedican a los visitantes tímidas miradas furtivas, mientras disfrutan de su almuerzo a base de heno. "Las jirafas son bisexuales. En algunos grupos, el 90% de los actos observados son, de hecho, homosexuales en la naturaleza", explica el biólogo Günter Strauss. "Las jirafas son bisexuales. En algunos grupos, el 90% de los actos observados son, de hecho, homosexuales en la naturaleza", explica el biólogo Günter Strauss. Unos cuantos cercados más allá se distingue a una pareja de pingüinos Humboldt, ambos machos, de cuclillas en una roca, separados de sus compañeros. Esto no es una relación puntual porque "la conducta homosexual en las relaciones entre pingüinos puede durar toda una vida, algo muy raro dentro del reino animal", indica Strauss. - Tabú científico - De hecho, cientos de especies animales, desde los elefantes hasta las serpientes o las aves, actúan con un cierto comportamiento homosexual.

Pero es raro el caso en el que los primos de la humanidad cuadrúpedos, peludos o llenos de pluma se comporten igual que las parejas humanas del mismo sexo. "Las personas crecemos con una orientación sexual específica. Eso, a veces, no es así para los animales", recuerda Strauss. "De hecho, ellos son bisexuales. Adoptan un determinado comportamiento sexual en momentos específicos", indica. "El ocho por ciento de los actos sexuales entre los leones son homosexuales. Y las leonas solo se comportan como lesbianas cuando están en cautividad" Uno caso de este tipo es el de los leones, uno de los cuales saluda con un gran rugido cuando el grupo de visitantes se acerca a su recinto, en el zoo de Múnich. "El ocho por ciento de los actos sexuales entre los leones son homosexuales. Y las leonas solo se comportan como lesbianas cuando están en cautividad". Pero, aunque el amor entre individuos del mismo sexo sea algo común en los animales, fue un tema tabú para los científicos durante mucho tiempo. "En una expedición al Polo Sur a principios del siglo XX, un médico vio [pingüinos] machos copulando, pero cuando publicó los resultados de su investigación dejó de lado las páginas en las que trataba sobre este comportamiento", cuenta Strauss.Puede leer: El pingüino rey, entre el exilio y la muerte por el cambio climático Las valiosas páginas, consideradas desagradables en aquel entonces, fueron descubiertas hace tan solo "ocho o nueve años" en una biblioteca británica, según Strauss. Pero, desde entonces, los tiempos han cambiado. También con motivo de la semana del Orgullo, el zoo de Londres colgó una pancarta en su playa para los pingüinos que rezaba "Algunos pingüinos son gays. Supéralo". El tono jocoso del escrito esconde un mensaje serio, pues ese lema ("supéralo"), es uno de los más manidos del movimiento por los derechos de la comunidad LGTBQI *Texto de AFP.