La situación de orden público es cada vez más caótica y violenta en Afganistán. Este sábado se conoció un video divulgado en una sala de chat en línea en el que varios combatientes talibanes decapitan a un soldado afgano y luego celebran y cantan sosteniendo la cabeza del militar.

Según el medio británico, DailyMail, en el clip, que dura 30 segundos, se puede escuchar al grupo de talibanes coreando la palabra “muyahidines”, mientras desfilan con la cabeza de la víctima.

Los hombres que perpetraron el atroz acto, portaban rifles y cuchillos ensangrentados. Se desconoce el sitio y fecha exacta en que fue grabado el video.

Las atroces imágenes se conocieron justo en la conmemoración número 20 de los atentados terroristas contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono.

Según la ONU, los talibanes brindarán protección a los trabajadores humanitarios | Foto: AP2001

También justo cuando un portavoz de los talibanes afirmaba que el grupo, que retomó el poder de ese país hace unas semanas, no era violento, que las “mujeres tendrían derechos básicos y que el nuevo gobierno estaba “construyendo un estado de bienestar”.

Los medios internacionales creen que el hombre asesinado era un soldado afgano debido al uniforme que portaba, muy similar al que proveyó Estados Unidos a los integrantes del Ejército Nacional de Afganistán.

La situación en Afganistán es cada día más compleja. Según información de AFP, la ONU denunció la violenta represión de manifestaciones pacíficas llevadas a cabo en las últimas horas en Afganistán por parte de los talibanes, en las que al menos murieron 4 personas, y pidió al nuevo régimen que respete el derecho internacional.

“Instamos a los talibanes a dejar de hacer uso de la fuerza y de las detenciones arbitrarias, inmediatamente, contra quienes ejercen su derecho a protestar pacíficamente y contra los periodistas que cubren esas manifestaciones”, declaró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, durante una rueda de prensa regular en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.

Según un recuento “no exhaustivo” del Alto Comisionado, cuatro manifestantes murieron por disparos de los talibanes, subrayó Shamdasani, quien denunció que el movimiento islamista haya prohibido, desde el miércoles, cualquier concentración no autorizada.

“Según el derecho humanitario internacional, cualquier uso de la fuerza debe ser un último recurso en respuesta a las manifestaciones, debe ser estrictamente necesario y proporcional y las armas de fuego nunca deben ser utilizadas si no es en respuesta a una amenaza mortal inminente”, recordó la portavoz.

“Más que prohibir las manifestaciones pacíficas, los talibanes deberían dejar de usar la fuerza y garantizar el derecho de reunión pacífica y la libertad de expresión, también cuando la gente quiere dar cuenta de sus preocupaciones y hacer uso de su derecho a participar” en la gestión del país, señaló.

Mujeres afganas gritan consignas durante una manifestación de protesta contra Pakistán, cerca de la embajada de Pakistán en Kabul el 7 de septiembre de 2021. - El 7 de septiembre de 2021, los talibanes dispararon al aire para dispersar a las multitudes que se habían reunido para una manifestación contra Pakistán en la capital, la última protesta desde que el movimiento islamista de línea dura llegó al poder el mes pasado. (Foto de Hoshang Hashimi / AFP) | Foto: AFP or licensors

“Las prohibiciones de cualquier concentración pacífica constituyen una violación del derecho internacional, como cortar el acceso a internet”, indicó la vocera.

Además, recalcó que los periodistas que cubren esas protestas no deben ser objeto “ni de represalias ni de acoso”, tras los testimonios de dos reporteros afganos a los que los talibanes propinaron una fuerte paliza.

El polémico video y la intensificación de la violencia en Afganistán se conocen justo cuando Estados Unidos honraba este sábado la memoria de los casi 3.000 muertos de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Este 20 aniversario tiene un significado especial pues está marcado por la salida precipitada de las tropas estadounidenses de Afganistán tras la vuelta al poder de los mismos talibanes a los que desalojaron hace casi 20 años por cobijar a los ideólogos de los atentados perpetrados por Al Qaeida, y por la vuelta a la normalidad tras el paso devastador impacto del coronavirus.