El sacudón se sintió a las 6:48 de la mañana del martes (1748 GMT) entre los dos conjuntos de archipiélagos de Samoa y de Samoa Estadounidense. En seguida sonaron las alarmas y las gente empezó a guarecerse. Pero no alcanzaron. El terremoto de 8,3 grados que había surgido a 35 kilómetros debajo del Pacífico Sur levantó un tsunami con olas gigantescas que cubrieron a la capital del territorio de Estados Unidos, Pago Pago, y a otras poblaciones e islas aledañas. En Apia, capital de Samoa también se vinieron abajo casas y el mundo se volvió al revés: barcos subidos a los andenes y automóviles flotando en el agua. La BBC reportó un saldo terrible de más de 100 muertos, aunque, por el desastre la información fluye despacio y no se sabe si fueron muchos más. El presidente de Estados Unidos Barack Obama declaró a su Samoa como zona de desastre y pidió con urgencia al Congresos apropiar los recursos. .