El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene previsto reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, antes de asumir el cargo.

El representante de Lula da Silva, Fernando Haddad, ha anunciado este miércoles que el presidente electo, antes de iniciar su tercer mandato en enero del próximo año, visitará Estados Unidos y Argentina.

Asimismo, el también exministro de Educación con Lula y con la exmandataria Dilma Rousseff ha asegurado que el próximo dirigente brasileño habría recibido una invitación para ir a China, recoge el periódico ‘Folha de S.Paulo’.

No obstante, confirmar el viaje al gigante asiático es “más difícil” por falta de tiempo para realizarlo antes de asumir el cargo, ha indicado.

“Lula concluirá el año habiendo hablado con las grandes potencias del mundo”, ha declarado Haddad, agregando que el líder del Partido de los Trabajadores, desde su victoria presidencial, ha recibido numerosas invitaciones de altos funcionarios para tener conversaciones, ya sean de forma presencial o virtuales.

De esta forma, ha explicado que la elección del presidente “está atrayendo mucha atención de inversores extranjeros”, en referencia a la presencia del mandatario en la cumbre de la COP27 en Egipto, donde consiguió iniciar negociaciones para que países occidentales participasen en donaciones para el fondo de protección ambiental del Amazonas.

Joe Biden y Luiz Inácio Lula están dispuestos a entenderse

La reacción de la Casa Blanca ante la elección de Lula como presidente fue veloz: 35 minutos después de que fuera declarado ganador de las elecciones de Brasil, el presidente Joe Biden emitió un comunicado felicitándole.

En ese sentido, el mandatario estadounidense, a quien se sumaron otros líderes occidentales, quiso adelantarse a cualquier posible movimiento antidemocrático del ultraderechista Jair Bolsonaro, que tardó 38 días en reconocer la victoria de Biden frente al magnate republicano Donald Trump, por quien siente admiración.

De hecho, Bolsonaro esperó hasta este martes 1 de noviembre para reconocer su derrota y con ello anunciar que ha “autorizado” el inicio del “proceso de transición”.

Con el cambio en Brasil, los dos países más poblados de América tendrán líderes con narrativas similares: políticos veteranos septuagenarios que regresaron a las urnas con el objetivo, según ellos, de salvar la democracia, y que derrotaron, aunque sea por poco, a populistas de derecha.

Luiz Inácio Lula y el presidente Joe Biden hablaron el pasado lunes 31 de octubre por teléfono, a menos de 24 horas del triunfo del expresidente de Brasil, y por el momento están de acuerdo sobre temas importantes, comenzando por el cambio climático.

Por su parte, en su primer discurso tras la victoria, el próximo presidente de Brasil, Lula da Silva, pasó la página al escepticismo climático de Bolsonaro, y aprovecho para prometer que va a luchar contra la deforestación en la Amazonia, que cumple un papel crucial para el planeta contra las emisiones de dióxido de carbono.

Con respecto a lo anterior, el área deforestada en la Amazonía brasileña se redujo 11% en los doce meses hasta julio, según cifras oficiales divulgadas este miércoles, que muestran sin embargo un avance total del 60% bajo el mandato de Jair Bolsonaro.

Entre agosto de 2021 y julio de 2022 fueron destruidos 11.568 km2 en la selva tropical, una superficie equivalente a Catar, según datos del sistema de vigilancia de deforestación PRODES, del brasileño Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).

“Creo que hay una alineación natural en términos de clima y también de democracia”, declaró Valentina Sader, directora asociada del Centro para América Latina del Atlantic Council.

*Con información de AFP y Europa Press.