De acuerdo con un comunicado emitido por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA), el pasado 15 de febrero a las 5:23 de la tarde en el sur de Texas, más exactamente en McAllen, se observó una “bola de fuego”, que tal y como lo confirmó la organización era un meteorito, que en su momento no reportó “daños a la propiedad”.
Es entonces que en el texto oficial, los expertos de la NASA aseveran que era un meteorito “de unos dos pies de diámetro que pesaba alrededor de 1.000 libras”, señalan, asegurando que de acuerdo con las imágenes registradas del radar meteorológico, la forma como entró es similar “con otras caídas de meteoritos que ocurren naturalmente. El radar y otros datos indican que los meteoritos llegaron al suelo desde este evento”, añaden.
Además, explica que los pequeños meteoritos suelen entrar a la atmósfera hasta dos veces al año “encima de los Estados Unidos continentales”, por lo que suele haber evidencia en la superficie.
En un principio señala que “la velocidad de los meteoritos era de unas 27.000 millas por hora y tenía una energía de 8 toneladas de TNT. Se rompió en fragmentos a una altitud de 21 millas”, por lo que líneas seguidas explica que cuando estas bolas de fuego entran a la atmósfera con tanta velocidad “se ralentiza a medida que viajan (...) rompiendo en pequeños fragmentos”, precisa. De ahí que, se enfrían, y por ende, “no son un riesgo para el público”.
“La NASA no mantiene colecciones de meteoritos encontrados en los Estados Unidos. En lugar de eso, estos meteoritos son comisariados por el Smithsonian Institution y otras instituciones científicas y académicas de todo el país”, afirma.
Estudio de los meteoritos por parte de la NASA
En el informe insta a la comunidad a informar a las instituciones competentes sobre hallazgos de partes de meteorito, porque esto le da valor a los estudios que la organización preside.
“Cuando se recogen y estudian muestras como los restos de este evento, mejoran nuestra comprensión del origen y la evolución de nuestro sistema solar y nuestro entorno local de desechos espaciales naturales. Si los individuos creen que han encontrado un fragmento del meteorito, por favor póngase en contacto con el Smithsonian”, se puede leer en el comunicado.
Concluye, corroborando que este tipo de eventos -”el meteoro visto en los cielos sobre McAllen”, asegura-, son una muestra de la importancia de proteger el planeta Tierra.
Tanto la NASA como otras organizaciones combinan “la experiencia científica y de ingeniería para avanzar la exploración del espacio humano, para integrar la investigación terrestre y planetaria para promover nuestra comprensión del Sistema solar, y promover misiones espaciales exitosas, mitigando el riesgo”, dice.
Finalmente, le dice a la opinión pública que se encuentran examinado este meteorito: “La Oficina de Ciencia de Investigación y Exploración Astromateriales de la NASA en el Johnson Space Center en Houston está trabajando con la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides de la agencia en el Marshall Space Flight Center en Huntsville, Alabama, en este análisis”.
A su vez, este hecho, creó un espacio en las redes sociales para hablar de lo sucedido:
“Vi un meteoro en Harlingen a las 5:23 p.m., estoy bastante seguro de que era un fragmento de este Meteoroide. ¡Soy profesor de ciencias y esto hizo mi año! Desearía haberlo grabado, pero se quemó en unos 3 segundos”, escribió un usuario quien comentó la publicación de NASA Meteor Watch.
“Yo vivo al oeste de Mission Tx en una zona rural, oí un fuerte boom. Mi casa y las ventanas temblaron”, fue el comentario de otro.