Nueva York, Estados Unidos, ha sido epicentro las últimas semanas de una masiva ola de migrantes que buscan encontrar nuevas oportunidades y, en algunos casos, comenzar de cero.
En entrevista con W Radiol, el comisionado de Nueva York, Manuel Castro, dijo conocer que “muchas personas quieren quedarse en el sur de Estados Unidos” y que “han encontrado gente que quiere quedarse en Florida”, pero “se les está mintiendo en la frontera”.
En relación con la crisis humanitaria, Castro explicó en ese medio que “el gobernador de Texas y otras personas se están aprovechando” de la crisis humanitaria, “causando un caos inesperado”.
El representante del estado, Greg Abbott, ha respaldado abiertamente el envío de decenas de personas a ciudades gobernadas por demócratas, como una señal de rechazo ante la política migratoria de la administración Biden.
Este jueves 22 de septiembre, aseguró que “el liderazgo fallido de Biden en la frontera ha señalado al mundo que ignorar las leyes de inmigración de nuestra nación es aceptable” e instó a “los líderes de nuestra nación” a ”actuar ahora para defender el estado de derecho que hace que Estados Unidos sea tan excepcional”, recalcó Abbott.
Un día antes, también cuestionó la gestión del jefe de Estado y enfatizó en los que asegura son avances no atribuibles al presidente Biden, al que responsabiliza de abandonar la frontera.
“Cuando Biden abandonó la frontera, Texas dio un paso al frente. Ha pasado un año desde que me uní a otros gobernadores republicanos para pedirle a Biden que solucione la crisis que él creó”.
Por su parte, la Casa Blanca aseguró estar “al tanto” del envío de vuelos con migrantes y que trabajaría con funcionarios estatales y locales para entregar asistencia, al tiempo que aseguró que estaba presente un “truco político”.
¿Se avecina una solución para la crisis migratoria?
SEMANA consultó con el analista político (residente en Nueva York) Robert Valencia, quien calificó como “una vergüenza lo que se está cometiendo contra los inmigrantes”, que no solo deben hacer una larga travesía para llegar a EE. UU., sino que se enfrentan “a lugares desconocidos donde no tienen una referencia o lugar a donde llegar”.
Para Valencia, el envío de migrantes, como ha ocurrido desde estados como Texas, no es más que la muestra de que se les está utilizando “como carnada política”, ad portas de las elecciones intermedias que se desarrollarán en noviembre.
En el caso de Nueva York, “se ha tratado de hacer redes de apoyo”, siendo los albergues uno de los retos principales, en cuanto a la capacidad para recibir a estas personas.
“A diferencia de Miami (...) donde hay una gran comunidad venezolana, muchos vienen acá y tal vez se enfrenten a un clima inclemente. Muchas personas incluso están en situación de calle”, señala el experto.
Valencia también enfatiza en que “los resultados que esperaban los republicanos es distinto porque cuando enviaron migrantes venezolanos (...), creyeron que las personas los iban a rechazar”, algo que según aclara no ha ocurrido del todo. “Se han creado redes de apoyo”, contextualizó.
La inmigración sigue
Y es que el drama de la migración ilegal no da tregua. En recientes hechos, 152 centroamericanos, en su mayoría de Guatemala, fueron rescatados tras ser hallados en un camión de carga en el que viajaban hacinados en el sur de México, afirmaron las autoridades locales.
La Secretaría de Seguridad de Chiapas informó, mediante un comunicado, que 144 guatemaltecos, tres salvadoreños y seis nicaragüenses fueron encontrados mientras realizaban una inspección habitual.
En Chiapas, una de las zonas por donde se registra un alto cruce fronterizo, se ha intensificado la estrategia para identificar vehículos sospechosos que puedan estar relacionados con traficantes de personas.
Los trayectos por camiones son una de las modalidades más peligrosas a la que se ven expuestos cientos de migrantes. A finales del año pasado, un tráiler que llevaba aproximadamente 160 personas a bordo dejó un saldo de 56 muertos tras chocar con un puente peatonal.