En un caso seguido atentamente por abogados defensores de todo el país, la fiscalía federal pidió el miércoles a un escéptico tribunal de apelaciones que restaure los cargos de lavado de dinero contra un destacado abogado acusado de aceptar más de 5 millones de dólares en honorarios de dudosa procedencia pagados por un narcotraficante colombiano. El abogado del Departamento de Justicia, Vijay Shanker, dijo a la corte que un juez federal de Miami sobreseyó erróneamente el principal cargo contra el abogado Ben Kuehne, ex letrado del vicepresidente Al Gore durante el recuento de los comicios presidenciales del 2000. La juez del tribunal inferior Marcia Cooke falló que el Congreso adoptó una salvedad que prohibe el encausamiento penal de los abogados por aceptar honorarios, incluso si el dinero es sucio. Cooke determinó que la capacidad de pagar honorarios legales es parte de la garantía fundamental del derecho constitucional de todo acusado a tener representación legal. Empero, Shanker insistió que ese derecho no es absoluto, y destacó que Kuehne está acusado de preparar documentos falsos y de usar el cambio del peso colombiano en el mercado negro para cancelar 5,2 millones de dólares en honorarios pagados por el ahora encarcelado narcotraficante Fabio Ochoa, otrora líder del cartel de Medellín. "Se tiene derecho a un abogado bajo ciertos parámetros", dijo Shanker. "Raramente proseguimos con estos encausamientos, y lo hacemos cuando hace falta". Shanker fue interrogado a fondo por los tres magistrados, según los cuales la ley aprobada por el Congreso excluye claramente a los abogados del enjuiciamiento penal en el caso de los honorarios. Las leyes federales permiten la confiscación del dinero sucio utilizado para el pago de honorarios. "Ellos (los abogados) podrían ser enjuiciados por algo en este caso, pero no por lavado de dinero", dijo Circuit Judge Frank M. Hull. El juicio de Kuehne está suspendido hasta que falle el tribunal de apelaciones, lo que podría demorar meses. Encara hasta 50 años de cárcel de ser convicto de lavado de dinero, obstrucción de la justicia y otro cargo relacionado con el blanqueado de dinero. El abogado de Kuehne, John Nields, dijo que el caso ha conmocionado a los abogados defensores de todo el país. La Asociación Nacional de Abogados Defensores Penales sostiene que algunos acusados verían casi imposible la posibilidad de contratar los servicios de un letrado de ser readmitido el cargo de asociación ilícita. "Creemos que sería muy perjudicial para nuestro sistema judicial penal", dijo Nields. "Una cosa es encontrar un abogado dispuesto a arriesgar sus honorarios y otra encontrar un abogado dispuesto a arriesgar su libertad". Kuehne no representó a Ochoa, extraditado de Colombia en el 2001, convicto de narcotráfico y que cumple una condena de 30 años. Fue contratado para investigar si Ochoa tenía suficiente dinero limpio para pagar por su defensa. Kuehne lo hizo escribiendo varias cartas con opiniones legales en el 2002 y el 2003, que según la fiscalía están basadas en documentación falsa. AP.