Los gobiernos de la Unión Europea están financiando el abuso a migrantes en Libia apoyando programas que frenan su paso a Europa. "Busca impedir la salida de los barcos desde aguas libias, con la única ambición de mantener a esa gente fuera de la región, pero al mismo tiempo esa política alimenta un sistema criminal", denunció este jueves Joanne Liu, presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras. La política que se viene auspiciando es simple: financiada por la Unión Europea, la guardia costera libia recoge migrantes que intentan huir a Europa cruzando el Mediterráneo y los entrega al sistema de detención libio que es “una próspera empresa de secuestros, torturas y extorsión”. Le puede interesar: La delgada línea entre dar la mano al migrante o colaborar con el tráficoLiu, que visitó "centros oficiales de detención" en Libia, adonde son trasladados los migrantes tras haber sido interceptados por los guardacostas libios, denunció que existen unas unas condiciones infernales de detención, en lugares que están saturados, sucios y sin ventilación.“Los gobiernos europeos han elegido contener a la gente en esta situación. La gente no puede ser enviada de vuelta a Libia, ni deberían ser retenidos allí”, agregó. Por su parte, la Comisión Ejecutiva de la UE negó que cerrar los ojos al trato que reciben los migrantes en Libia y dijo que su prioridad es poner fin al “círculo vicioso”, en el cual los contrabandistas entregan a la gente a Libia, que los encierra en campos o centros de detención.Le recomendamos: Europa, vergüenza mundial por drama de inmigrantesLiu rechazó elogiar las políticas comunitarias por recortar el número de emigrantes que parten de Libia hacia Europa y reducir el número de ahogamientos en el Mediterráneo. A su juicio, esta forma de pensar es “en el mejor de los casos, pura hipocresía, y en el peor, cínica complicidad en el negocio organizado de reducir a seres humanos a mercancía en manos de traficantes de personas”.