A estas imágenes, difundidas este miércoles por la agencia de prensa nacional norcoreana KCNA, se suma un texto que califica el paseo a caballo de "gran acontecimiento de importancia fundamental" para el país. Según la agencia "va a haber una gran operación que sorprenderá al mundo y significará un paso adelante en la revolución coreana". Analistas consideraron que este paseo a caballo podría vaticinar cambios importantes. "En el pasado, Kim fue al monte Paektu siempre antes de una decisión política importante", dijo Shin Beom-chul, del Instituto Asan de estudios políticos de Séul.

Por ejemplo, Kim estuvo en esta montaña en diciembre de 2017, antes de un proceso de apertura diplomática que permitió, entre otras cosas, una cumbre histórica con el presidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, estas negociaciones no avanzaron en los últimos meses y Corea del Norte aumentó la tensión diplomática con una serie de pruebas de misiles.

Para B.R. Myers, experto en propaganda norcoreana y profesor de la universidad Dongseo de Corea del Sur, estas imágenes tienen un regusto imperial y hablan de un dirigente protector de la pureza de la nación frente a las fuerzas exteriores que quieren corromperla. El padre y el abuelo de Kim también eran aficionados a estas estampas a caballo entre cumbres nevadas. Kim también visitó el lugar donde se realiza un gran proyecto de construcción, al pie del monte Paektu, según KCNA, donde lamentó las dificultades económicas que vive el país debido a las sanciones internacionales.

"La situación de nuestro país es difícil debido a las sanciones incesantes y a la presión de las fuerzas hostiles", dijo Kim, según la agencia. Corea del Norte ha sido objeto de numerosas sanciones de la ONU por sus programas de armamento nuclear y misiles. Las conversaciones iniciadas en Suecia entre Pyongyang y Washington sobre el programa nuclear norcoreano se interrumpieron a principios de mes sin llegar a ninguna conclusión. Corea del Norte acusa a Estados Unidos del fracaso de este diálogo mientras que Washington ha considerado que el encuentro fue positivo. Un nuevo encuentro podría realizarse antes del final de octubre, según Estados Unidos.

Pero este no es el únco caso en el que el dictador ha pasoda eufórica y extravagantemente para fotos gubernamentales. En otras ocasiones, como en su visita a su homólogo filipino, Rodrigo Duterte, o en la cumbre por la desnuclearización con Trump, no ha dudado en posar con escopetas, misiles o comiendo hamburgueses de McDonalds. * Con información de AFP.