"Si alguien conoce a la familia de Lucía Zamora acaban de rescatarla del edifico de Álvaro Obregón... la están trasladando a la Cruz Roja de Polanco. Avisen a sus familiares", es uno de los tantos mensajes que comporten los colombianos que auxilian a las víctimas que dejó el sismo de 7,1 grados en México.En una búsqueda contrarreloj, las tareas de rescate continúan en varios puntos de la capital. Son largas las noches desde hace dos días que los rescatistas siguen las pistas de los sobrevivientes. Los expertos dan 72 horas en promedio para que una persona se encuentre con vida debajo de las edificaciones. El problema, sin embargo, es que en las zonas alejadas del centro como Xochimilco, una zona turística en el extremo sur, la ayuda material y sobre todo personas, llegaban lentamente. "Necesitamos lámparas y picas", "necesitamos juntarnos para la cadena humana", gritaban los socorristas, por ejemplo, en la Colonia Valle del Centro. Sin chistar, en pijama, universitarios, jóvenes y boy scouts facilitan la entrega de víveres en las zonas. Lo que vienen haciendo es un trabajo de cuidado y coordinación. Quizá por eso rápidamente se unificó El puño del silencio, la señal que salva vidas en México. Y es que en medio del ajetreo los socorristas que llaman a la calma hacen la señal para así poder escuchar los llamados de auxilio.