Suecia ha llamado la atención en los últimos meses por su enfoque diferente para enfrentar la pandemia generada por el coronavirus. A diferencia de la mayoría de los países de la Unión Europea y de América, los suecos no han impuesto medidas estrictas de confinamiento. Incluso, han mantenido abiertas las escuelas para menores de 16 años, así como cafeterías, bares y restaurantes. Esto ha suscitado controversia. Desde el comienzo de la crisis, el país ha registrado más de 80.000 casos de covid-19, que significa uno de los niveles más elevados de contagio per cápita en Europa.