Un puñado de congresistas, contra el querer de millones de brasileños, votó el 26 de abril contra un proyecto de reforma constitucional que restablecía el voto directo en la elección de Presidente de la República. Durante meses, cientos de manifestaciones, que movilizaron varios millones de personas. expIicitaron de qué lado de la polémica estaba la mayoría del país. Pese a esto, y en medio de medidas de seguridad y de censura de prensa, el oficialista Partido Democrático Social negó "las directas". Pero desde ya la oposición anunció que la lucha continuará. Un vocero de este sector, Leonel Brizola (foto), gobernador provincial de Río de Janeiro, en rueda de prensa declaró que "el gobierno triunfó formalmente pero perdió políticamente". "El vencedor ha sido el pueblo que avanzó" durante la campaña pro directas, mientras el desgaste político del gobierno central es una "derrota de hecho", señaló Brizola, quien es el lider máximo del Partido Democrático Laborista (PDT), de tendencia socialdemócrata.