Cherie Blair, la esposa del primer ministro británico Tony Blair, está envuelta en un escándalo que ha hecho las delicias del Partido Conservador. La semana pasada tuvo que dar disculpas públicas por sus tratos con el famoso estafador Peter Foster, de quien aseguró no conocer su pasado cuando le pidió ayuda para comprar unos apartamentos a menor precio. "Lo siento si he hecho pasar vergüenza a alguien pero la gente sabe que nunca haría daño a nadie y menos a Tony, los niños o al gobierno laborista". Cherie quedó como una mentirosa pues después de que la prensa revelara por primera vez los pormenores del negocio ella aseguró que no conocía a Foster. Al poco tiempo los tabloides publicaron una serie de correos electrónicos entre ella y el estafador, que resultó ser el novio de una buena amiga de la señora Blair. Además se supo que Cherie hizo varias llamadas a los abogados del proceso de deportación de Foster, por lo que los conservadores la acusan de ejercer influencia sobre los tribunales a favor del ex convicto.