Los científicos de la Sociedad Zoológica de Londres están empeñados en un experimento poco común. El supuesto es que las comunicaciones humanas son precarias porque han perdido la gestualidad primitiva, que iba mucho más allá de las palabras. Por eso quieren ver qué pasa cuando las personas se comportan como los chimpancés en sus relaciones interpersonales en el trabajo. Los responsables buscan por lo menos 100 personas que cambien sus reacciones humanas por las de los monos. Cary Cooper, coordinador del proyecto, dice que se trata de regresar a las emociones, más allá de las simples palabras. Por ejemplo, en vez de renegar a la espalda del jefe, deben señalarle su sumisión mostrando los dientes y bajando la cabeza. Para demostrar autoridad hay que abanicar los brazos, blandir objetos, y para saludar además de abrazar al otro se debe gruñir varias veces un cariñososo ¡uh, uh, uh!