Bolivia, que acaba de pasar por una crisis política en la que alcanzó a asomarse la pezuña del golpe de Estado, continúa bajo una ola de rumores en ese sentido. Según el ministro del Interior, Federico Alvarez Plata, existe hoy en ese país una "fuerte actividad golpista" en la cual están coludidos "militares desplazados" aludiendo al grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas que respaldaron el régimen de hecho del ex general Luis Garcia Meza y quienes fueron dados de baja poco después de que asumiera el actual gobierno constitucional de Hernán Siles Zuazo. Juan Lechin, máximo dirigente obrero del país, declaró que los mineros y la COB seguirán criticando los desaciertos de Siles, pero no para derrocarlo "como pretende la derecha y el fascismo".