El Presidente Reagan, según funcionarios en Washington, se sintió "encolerizado" por el hecho de que el dirigente demócrata Jesse Jackson (foto), durante su visita a Cuba, se dejara "utilizar" por el Presidente cubano Fidel Castro. En tal viaje, Jackson logro la liberación de presos estadounidenses y cubanos. El líder negro, a su regreso, planteó que deberían mejorarse las relaciones USA-Cuba y pidió reunirse con Reagan para transmitirle información que le proporcionó Castro y sobre la cual el mandatario norteamericano "no tiene conocimiento". Sin embargo, ni Reagan ni Shultz quisieron entrevistarse con él. Jackson -para mayor enojo de Reagan- piensa ahora viajar a Moscú para tratar de "rescatar" al disidente Andrei Sakharov. Jackson, quien pactó, con Mondale y Hart en estos días, unir al Partido Democrata para "vencer" a Reagan en las presidenciales de noviembre, es considerado ahora, según observadores en Washington, como un héroe por los norteamericanos por haber logrado la liberación de esos 22 compatriotas.