El miércoles de la semana pasada una protesta policial en Bolivia terminó desencadenando un levantamiento popular que dejó por lo menos 16 muertos y 30 heridos frente al palacio presidencial, en la principal plaza de La Paz. La asonada se debió al anuncio de un impuesto directo de 12,5 por ciento sobre los salarios bautizado como el 'impuestazo'. La cosa fue tan grave que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada anunció horas después que retiraba la medida que originó las protestas, rechazada por muchos sectores que la consideraban una imposición del Fondo Monetario Internacional.