Una gran controversia surgió por la decisión de la Corona británica de conceder el título de caballero al escritor anglo-indio Salman Rushdie. La decisión volvió a abrir las heridas causadas por el libro de Rushdie Los versos satánicos, que fue considerado una blasfemia contra Mahoma y un insulto al Corán por el ayatollah Rujollah Jomeini, que desde Irán decretó contra el autor una 'fatua', o sentencia religiosa a muerte. "La acción de la reina Isabel no es un acto inteligente", declaró Mahamed Reza Abonar, presidente del Parlamento iraní. El ministro de Asuntos Religiosos de Pakistán, Mohammad Ejaz ul Haq, dijo que justificaría un ataque suicida, aunque luego suavizó sus palabras. Los británicos rechazaron la reacción paquistaní, que sorprendió por provenir de un país estrechamente aliado con Estados Unidos y el Reino Unido.