Un aberrante caso de presunto abuso sexual en una escuela de Plainview, Texas, Estados Unidos, es investigado por agentes del FBI, luego de que varios padres de familia denunciaran que una niña de seis años fuera obligada a tener relaciones con otro niño, mientras varios de sus compañeros grababan el hecho con un iPad.
Según se conoció, el acto habría ocurrido el pasado 19 de abril en la escuela primaria de South Plainview, donde desde entonces se han adelantado diferentes protestas que llevaron a las autoridades a atender el llamado de los padres de familia que se han mostrado asombrados con el caso y que lanzaron amenazas contra la escuela y los docentes, lo que obligó a que se cancelaran las clases del lunes y el martes pasados.
La más reciente manifestación congregó a 200 padres y madres frente al distrito escolar al que pertenece dicho colegio y lo que provocó la reacción del FBI.
“Agradecemos el apoyo del FBI y de sus recursos para evaluar la multitud de circunstancias que rodearon el incidente”, señalaron los encargados del Distrito Escolar en un comunicado con el que intentaron calmar los ánimos de la comunidad.
Algunas versiones apuntan a que mientras sucedieron los hechos, había un profesor presente en el aula y aseguran que no se dio cuenta de la agresión sexual o que si lo hizo, no realizó ninguna acción para impedirla.
La denuncia señala que el abuso salió a la luz al día siguiente cuando uno de los docentes vio a varios alumnos en su clase distraídos y viendo un video en un iPad. Cuando el maestro les quitó el dispositivo, uno de los adolescentes logró bloquear el aparato, lo que levantó las sospechas del encargado, quien llevó la tableta a los especialistas de informática de la escuela.
Un día después, y luego de poder acceder al iPad, se conoció el video en el que se ve cómo la menor es obligada a tener un acto sexual con otro menor, delante de más niños y debajo de una mesa; esta versión fue confirmada por la propia comunidad educativa que entregó un comunicado al medio Lubbock Avalanche-Journal.
El comportamiento de la menor despertó sospechas de los padres de familia; luego, la misma víctima confesó que había sido obligada a cometer el aberrante hecho, pese a que, según USA Today, ella se resistió con todas sus fuerzas ente el abuso de sus compañeros.
Menor de 13 años resultó herido tras intercambio de disparos con la Policía durante una persecución en Florida
Gran sorpresa ha generado en Estados Unidos la noticia de un menor de 13 años de edad quien, en medio de una persecución policial y de un intercambio de disparos con agentes del orden, resultó seriamente herido, en hechos ocurridos en el estado de Florida.
Según detallan medios locales de Estados Unidos, los acontecimientos se presentaron en un sector residencial de la localidad de Lakeland, la noche del pasado miércoles, en un escenario en el que el joven también logró dejar herido a uno de los oficiales que le perseguían.
Las autoridades de Florida reportaron que luego de identificar que el menor se encontraba herido, desplegaron todo un operativo de cuerpos de emergencia para poder trasladarlo hasta un hospital cercano.
La persecución policial en Lakeland, una localidad próxima a Orlando y Tampa, se desencadenó por cuenta de un reporte de la comunidad que prendió las alertas sobre la ocurrencia de un tiroteo que era efectuado desde un vehículo que hacía presencia en la zona.
No obstante, tras la llegada de los agentes policiales al lugar, tres hombres abandonaron el vehículo e intentaron darse a la fuga por entre el sector residencial.
Precisamente, una de las personas que huyeron del lugar fue un joven de 13 años, quien portaba un arma de fuego, y quien intentó defenderse con ella de la persecución de efectivos de la Policía local.
En medio de la persecución por parte de los agentes policiales, estos le llamaron la atención al joven requiriendo que se detuviera; no obstante, este hizo caso omiso a la exigencia de los policías y, al contrario, emprendió una balacera contra ellos, buscando ingresar a un complejo residencial para resguardarse en su interior.
En medio de los hechos, el joven arremetió violentamente contra uno de los agentes, a quien disparó reiteradas veces hasta herirlo en una de sus piernas, para después intentar esconderse en unos arbustos, según declaraciones recogidas por el medio local ABC News.
En el intercambio de disparos con los agentes que llegaron para reforzar la labor del primero herido, uno de los tiros logró afectar una de las extremidades inferiores del niño, por lo que tuvo que ser trasladado al Hospital General de Tampa.