Luego de las protestas que se llevaron a cabo hace unos días en Washington a favor del aborto en Estados Unidos, el tema vuelve a ser visible debido a una decisión que se tomó desde el Congreso.
El Senado rechazó los alegatos presentados por los republicanos y avaló la ley de Asuntos de Veteranos aprobada recientemente, que garantiza el acceso al aborto para las exmilitares en varios supuestos.
El senador por Alabama, Tommy Tuerville, fue quien presentó la resolución para que el aborto en las mujeres que pertenecieron a las fuerzas armadas fuera prohibido, sin embargo, esta fracasó con 48 votos a favor y 51 en contra.
Entre las senadoras republicanas que estuvieron contra de su partidario se encuentran Lisa Murkowski y Susan Collins. Actualmente, la Agencia de Veteranos de Estados Unidos puede practicar el aborto a las exmilitares en caso de que sus vidas corran riesgo o hayan quedado embarazadas como resultado de una violación o incesto, acción que quería tumbar Tuerville.
Las dos congresistas mencionadas se sumaron a los demócratas que apoyan la medida, que ha levantado la polémica en pleno aumento de la tensión a nivel nacional tras la decisión del Supremo de anular en 2022 el fallo Roe vs. Wade, que reconocía el derecho constitucional de las mujeres a acceder a esta práctica.
Antes de la votación, el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió que iría en contra de lo planteado por el senador republicano Tuerville en caso de que la Cámara Alta apoyara la iniciativa de vetar el acceso al aborto en varios casos especiales para las exmilitares.
Protestas en Washington
Claramente, el país está dividido en este polémico tema. “Los jueces no son médicos”, “¡el aborto debe seguir siendo legal!”: fueron las palabras de manifestantes a favor del aborto el pasado sábado 15 de abril manifestaron en Washington.
El país está sumido en una compleja batalla legal por el acceso a la píldora abortiva, la cual sigue siendo legal temporalmente por la Corte Suprema, pero sigue que a largo plazo parece estar condenada a ser prohibida.
“¿Cuándo se detendrán?”, se preguntó Carol Bouchard frente al edificio de mármol blanco, sede de la Corte Suprema, máxima instancia judicial estadounidense.
Con una pancarta en sus manos, esta exabogada de 61 años dice estar “muy enojada” por las amenazas que penden sobre el aborto desde que hace casi un año la Corte Suprema cancelara el amparo constitucional de que gozaba desde 1973.
Desde entonces, las interrupciones voluntarias de embarazos han sido prohibidas en 15 estados.
Brittany House, residente de Washington, subió a una tarima y habló sobre el aborto que se practicó en 2012, cuando recién salía de la universidad. “El aborto me dio libertad”, dice la joven, asegurando que con 21 años “no hubiera podido mantener a mi hijo”.
Mujeres de más de 70 años de edad también marcharon frente a la Corte Suprema, indignadas al ver que las restricciones en este plano se multiplican en el país, 50 años después de haber luchado por el derecho al aborto.
El aborto “me salvó la vida”, dijo Barbara Kraft, que a fines de la década de 1970 interrumpió su embarazo tras sufrir graves complicaciones. “Creo firmemente que las mujeres deben tener el derecho de tomar esa decisión por sí mismas”, agregó.
La manifestación fue brevemente interrumpida por un pequeño grupo de manifestantes “pro vida” que proclamaron, usando un megáfono, que “los abortos son asesinatos”.
*Con información de Europa Press y AFP.