En Estados Unidos es común que las familias tomen agua del grifo para calmar la sed o para cocinar. Sin embargo, un reciente estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGC por sus siglas en inglés) reveló que casi la mitad del agua que sale de la llave está contaminada con agentes químicos prácticamente indestructibles (FPAS), los cuales pueden aumentar el riesgo de cáncer, reducir la fertilidad e interferir en las respuestas inmunitarias.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés), conocidas también como los “químicos eternos”, casi no se degradan.
En el pasado varias investigaciones demostraron que, como se acumulan en el cuerpo, a lo largo del tiempo pueden tener efectos perjudiciales en la salud, sobre todo en el sistema reproductivo e inmunitario, en el desarrollo, en órganos como hígado y riñones, e incluso se ha descubierto, en estudios en animales, que provocan tumores.
“Calculamos que podría detectarse al menos un PFAS en aproximadamente el 45 % de las muestras de agua potable de Estados Unidos”, se lee en el estudio publicado esta semana por el USGC. Y la exposición es mayor en las zonas urbanas.
Los resultados indican que “las probabilidades de detección de estas sustancias varían en el espacio entre las zonas rurales (8 %) hasta más del 70 % en áreas urbanas”.
También es más frecuente, añade el estudio, en las regiones de las Grandes Llanuras, los Grandes Lagos, la Costa Este y el centro y el sur de California.
Es la primera vez que se analizan y comparan las PFAS presentes en el agua del grifo a gran escala.
“Los científicos del USGS analizaron el agua recogida directamente de los grifos de cocina de personas de todo el país, proporcionando el estudio más completo hasta la fecha sobre PFAS en el agua del grifo, tanto de pozos privados como de suministros públicos”, dijo la hidróloga del USGS Kelly Smalling, autora principal del trabajo, citada en un comunicado.
Las concentraciones fueron similares entre los suministros públicos y los pozos privados, según este estudio, basado en muestras tomadas entre 2016 y 2021 en 716 lugares.
Hay más de 12 mil tipos de PFAS y no todos pueden detectarse con las pruebas actuales. El estudio analizó 32 mediante un método desarrollado por el Laboratorio Nacional de Calidad del Agua del USGS.
Las PFAS están presentes en elementos domésticos, como las cajas de pizza, los utensilios de cocina antiadherentes, los productos de limpieza o las espumas contra incendios, pero también en alimentos envasados en productos que los contienen, en plantas de producción de diversas industrias y en el agua.
Desde la década de los 40 se han fabricado para diversas industrias en todo el mundo, pero últimamente varios países han restringido su producción al incluir estos agentes en normativas de protección ambiental.
La cantidad de personas que han bebido esa agua contaminada puede ser incluso mayor que la que encontró el estudio, ya que los investigadores no pudieron analizar todas las sustancias PFAS.
*Con información de la AFP.