Tres sismos se registraron en la madrugada del viernes 22 de septiembre de 2023 en Estados Unidos, según reportó el Servicio Geológico de ese país.
El primero fue a las 3:19 de la mañana (hora local) el cual tuvo una intensidad de 2,9 grados de magnitud y su epicentro fue a 11 kilómetros al noroeste de la ciudad de Pawnee, Oklahoma.
Casi 40 minutos después se presentó otro a las 3:56 de la mañana (hora local) el cual tuvo una intensidad de 3.0 grados de magnitud. Su epicentro también se ubicó al noroeste de la población de Pawnee, Oklahoma y tuvo una profundidad de un kilómetro.
Dos horas después a las 5:46 de la mañana (hora local) el Servicio Geológico de Estados Unidos o USGS por sus siglas en inglés (United States Geological Survey) notificó de otro movimiento de tierra, con el mismo epicentro en Oklahoma. Este fue un poco más fuerte y según la entidad tuvo una intensidad de 3,3 grados de magnitud.
Hasta el momento las autoridades estatales y nacionales no han reportado daños en la infraestructura ni víctimas causadas por el pánico que genera este tipo de fenómenos naturales.
Más sismos en el centro de Estados Unidos
El pasado miércoles 20 de septiembre el USGS informó de un temblor en Oklahoma con una intensidad de 3,1 grados de intensidad y una profundidad de 5 kilómetros.
El martes 19 de septiembre también se registraron temblores en Oklahoma y en Texas. El de Oklahoma ocurrió a las 5:30 de la tarde (hora local) con una intensidad de 3,2 grados.
Luego el estado de Texas presentó uno con una intensidad de 2,9 grados y su epicentro se ubicó a 38 kilómetros al suroeste de la población de Los Ybanez.
Estos movimientos de tierra son pocos comunes en estos estados ubicados en el centro de Estados Unidos, razón por la cual llama la atención la actividad sísmica.
¿Por qué puede estar temblando frecuentemente en el centro de Estados Unidos?
Aunque no se crea, Texas está ubicada sobre una falla geológica reconocida como la falla de Balcones, la cual se extiende desde el centro del estado hasta el oeste de la ciudad de Austin.
Sin embargo también pueden existir otros factores, teniendo en cuenta que Texas y Oklahoma son estados con gran producción de petróleo.
Es por eso que algunos movimientos de tierra se le acuñan a la inyección de agua en pozos profundos, como parte de la extracción de petróleo y gas, razón por la cual se puede aumentar la presión en las capas subterráneas y desencadenar terremotos inducidos por el hombre. Esto ha sido un problema particular en algunas partes de Texas, como la región de Eagle Ford.
Eso sí, hay que tener en cuenta que los sismos inducidos por el fracking suelen ser de baja magnitud, como los que se han presentado en Oklahoma y no son una amenaza significativa para la seguridad pública.
Sin embargo, la relación entre la fracturación hidráulica y la actividad sísmica es un tema que ambientalistas han puesto sobre la mesa ya que existen casos documentados de temblores con mayor magnitud causados por esta práctica.