El Senado de Estados Unidos dio luz verde este martes a un nuevo paquete de 95.000 millones de dólares para Ucrania, Israel y Taiwán, pero su adopción depende todavía de los partidarios de Donald Trump en la cámara baja, que se niegan a examinar el texto en su versión actual bajo el cual se aprobó la millonaria ayuda militar.

“Ya no podemos permitirnos el lujo de esperar”, instó el presidente demócrata Joe Biden, que pide a los republicanos de la Cámara de Representantes que aprueben el texto “rápidamente”. En un año electoral el tema enfrenta a Biden y su predecesor republicano Donald Trump, probable rival en las presidenciales de noviembre.

Biden exige la aprobación de 60.000 millones de dólares para Ucrania, en guerra con Rusia desde hace casi dos años. Le sumó una partida de 14.000 millones para Israel y fondos para Taiwán. Pero tuvo que quitar del texto una reforma migratoria boicoteada por el ala dura de los republicanos que no la consideran suficientemente firme.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, celebran una conferencia de prensa conjunta en la Sala este de la Casa Blanca en Washington, EE. UU., el 21 de diciembre de 2022. | Foto: REUTERS

“Si no nos enfrentamos a los tiranos que pretenden conquistar o repartirse el territorio de sus vecinos, las consecuencias para la seguridad nacional de Estados Unidos serán considerables. Tanto nuestros aliados como nuestros adversarios tomarán nota”, insistió Biden este martes.

Trump se opone al paquete debatido en el Congreso al estimar que Estados Unidos debería “dejar de dar dinero sin esperar ser reembolsado”. Afirma que si regresa a la Casa Blanca tras los comicios, resolverá la guerra entre Rusia y Ucrania “en 24 horas”. Pero no dice cómo. Aunque para buena parte de la opinión pública, es una alineación de parte del republicano con el presidente ruso al dejarlo hacer lo que quiera en territorio ucraniano.

Joe Biden, expresidente de Estados Unidos. | Foto: 2024 Getty Images

Lluvia de críticas

Sin embargo, él es quien tiene la última palabra en las negociaciones en el Congreso. Sin el apoyo de los republicanos, que controlan la cámara baja por estrecho margen, y sobre todo sin el entorno de Trump, el texto está destinado al fracaso. El lunes por la tarde, Mike Johnson, líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, anunció que se niega a examinar el texto, lo que hace casi imposible que se vote.

El líder republicano criticó el proyecto de ley por “guardar silencio sobre el problema más acuciante” del país, según él la crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México. Los conservadores condicionan la adopción de nuevos fondos para Kiev al endurecimiento de la política migratoria.

El expresidente Donald Trump. | Foto: Restringido

“Como Trump ha sugerido”

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, expresó su satisfacción por el apoyo del senado estadounidense para el envío de ayuda militar de cara a la guerra que libra su país. “Para nosotros en Ucrania, la continua ayuda estadounidense salva vidas humanas del terror ruso” mientras “luchamos por la libertad y la democracia”, declaró en la red social X.

La continuación de la ayuda militar a Ucrania, interrumpida desde finales de diciembre, depende de este texto negociado en el Congreso. Los demócratas están, en su gran mayoría, a favor de continuar enviando equipo armamentístico. Los republicanos están divididos entre los partidarios y los aliados de Trump, mucho más aislacionistas.

Y la influencia de Trump en el Partido Republicano es abrumadora. El lunes, el senador Lindsey Graham, hasta ahora uno de los republicanos partidarios de ayudar a Kiev, anunció que se opondría porque prefiere un sistema de préstamos hacia Ucrania “como ha sugerido el presidente Trump”, quien aspira a ser nuevamente presidente de cara a las elecciones de noviembre.

Con información de AFP.