El chef había salido a divertirse el domingo pasado un rato en su paddle boarder en el estanque Edgartown Great de Martha’s Vineyard, la isla de Massachusetts, conocida por ser el refugio veraniego de los Kennedy y ahora de los Obama, entre otras celebridades estadounidenses.
Sin embargo, aquel fue un paseo sin retorno, pues al ver que no daba señales de vida, su esposa denunció ante la policía que estaba perdido.
En principio, la policía lo buscó puerta a puerta y a pie por las orillas del estanque, infructuosamente.
Luego los agentes fueron informados de que una persona que vio a un hombre, al parecer el cocinero, tratando de mantenerse a flote en un paddle board, en lo cual no tuvo éxito, según informó el Chicago Sun-Times.
Otro hombre con un paddle boarder estaba con él en las aguas y también declaró que se había hundido.
De inmediato un equipo conformado por miembros de la policía, los bomberos y la Guardia Costera iniciaron la búsqueda con la ayuda de un sonar.
Al día siguiente, tras varias horas de búsqueda, las autoridades reportaron el hallazgo del cuerpo de Campbell, a unos 30 metros de la playa y a una profundidad de algo más de dos metros.
Aunque el chef era empleado de los Obama, en ese momento no estaba en su propiedad, pero sí cerca de allí, aclaró la prensa local.
Barack y Michelle Obama no tardaron en reaccionar a la noticia, con un sentido mensaje en el que el chef era tratado en términos de “amado miembro de nuestra familia” y con un breve relato de lo que fue su vivencia a su lado.
“Cuando lo conocimos, él era un talentoso subchef en la Casa Blanca, creativo y apasionado por la comida y con una habilidad para unir a la gente”, dijeron el expresidente de Estados Unidos y su esposa, quienes fueron inquilinos del palacio presidencial por ocho años hasta 2017.
“En los años siguientes, llegamos a conocerlo como una persona cálida, divertida y extraordinaria, que hizo nuestras vidas un poquito más alegre”, señalaron también los Obama, quienes quedaron tan encantados con él, que no quisieron prescindir de sus servicios y amistad tras el fin del gobierno del exmandatario.
“Fue por eso que, cuando estuvimos listos para irnos de la Casa Blanca, le pedimos a Tafari que se quedara con nosotros y él, generosamente, estuvo de acuerdo. Ha sido parte de nuestras vidas desde entonces y nuestros corazones están rotos con su partida. Hoy, nos unimos a todos los que lo conocieron y amaron a Tafari, en especial su esposa Sherise y sus gemelos, Xavier y Savin, en el dolor por la perdida de un hombre realmente maravilloso”, expresaron los Obama.
La esposa del cocinero expresó en las redes sociales el inmenso dolor por la partida del hombre que fue su esposo por 23 años. “Corazón partido”, fueron las palabra de la mujer en su cuenta de Instagram, en la cual compartió algunas imágenes de ellos juntos.
Según Page Six, sección de celebridades del New York Post, la policía de Massachusetts abrió una investigación para establecer las causas de la muerte del cocinero querido por los Obama.
Curiosamente, como lo recordó The New York Times, no es la primera vez que el exchef de un expresidente estadounidense muerte repentinamente en una actividad al aire libre.
Walter Scheib, quien fuera el jefe de cocina de la Casa Blanca durante los periodos presidenciales de Bill Clinton y George W. Bush, perdió la vida durante una caminata en Taos, Nuevo México, en 2015.