Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha aprobado este sábado -22 de julio- la declaración de desastre en respuesta a las recientes tormentas e inundaciones que han afectado al estado de Nueva York.
Biden “ha ordenado destinar ayudas federales” que se sumarán a los fondos estatales, tribales y locales aprobados para las zonas afectadas por las tormentas entre el 9 y el 10 de julio.
Estos fondos se destinarán a la reparación o sustitución de instalaciones dañadas por las tormentas e inundaciones en los condados de Clinton, Dutchess, Essex, Hamilton, Ontario, Orange, Putnam y Rockland.
Lai Sun Yee, de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, será la responsable de coordinar las operaciones federales en las zonas afectadas, ha informado la Casa Blanca en un comunicado.
Por otra parte, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, dijo que la ciudad no tiene más espacio para migrantes, y que frente a esta situación estableció un plazo de 60 días para que los inmigrantes adultos establecidos en los albergues busquen otro hogar alternativo para dar espacio a las familias con niños que siguen llegando a la ciudad, Además, informó que se repartirán folletos en la frontera estadounidense con México para animar a estas personas para que se dirijan a otro lugar.
En este sentido, el alcalde de la ciudad estadounidense también anunció que los migrantes adultos solteros tendrán que volver a solicitar refugio después de 60 días para ayudar a liberar espacio para familias con niños.
El alcalde Adams dijo que la ciudad ayudaría a los migrantes a encontrar alojamientos alternativos con amigos, familiares y redes de asistencia.
“Nuestra compasión es infinita. Nuestro espacio no lo es”, dijo Ted Long, alto funcionario de la agencia que gestiona gran parte de los alojamientos de emergencia para migrantes.
“No podemos seguir absorbiendo decenas de miles de recién llegados por nuestra cuenta sin la ayuda del gobierno estatal y federal”, declaró a la prensa.
Vale la pena recordar que son más de 90.000 inmigrantes, mayormente de Centroamérica y Sudamérica, llegaron a Nueva York desde abril del año pasado y quienes se tuvieron que someter a los servicios a extrema exigencia.
“Nuestra taza se llenó. No tenemos más espacio en la ciudad”, declaró Adams en una rueda de prensa el miércoles.
La afluencia se produjo cuando estados liderados por los republicanos, como Texas, trasladan a los migrantes a zonas gobernadas por los demócratas para así protestar contra las políticas de inmigración del presidente Joe Biden.
Casi 106.000 personas, entre ellas unos 54.000 migrantes, viven acogidos por la ciudad de Nueva York, ya sea en albergues u hoteles, según las autoridades.
Por otra parte, destacó que hará la entrega de un folleto en inglés y español advertirá a los solicitantes de asilo que la vivienda en Nueva York es “muy cara” y que el costo de la comida, transporte y otras necesidades “es el más alto de Estados Unidos”.
“No hay garantía de que podamos proporcionar refugio y servicios a los recién llegados”, se lee. “Por favor, consideren otra ciudad al decidir dónde establecerse en Estados Unidos”, añade el folleto.
Vale la pena destacar que con el pasar de los años Nueva York se ha convertido históricamente un santuario para los inmigrantes, sin embargo, el acalde Adams intenta restringir gradualmente el número de recién llegados, para establecer una capacidad de personas que pueda atender y no ver la emergencia a la que ha estado sometido desde el año anterior.
Por otra parte, sus críticos y quienes se le oponen le acusan de violar las leyes sobre el derecho a la vivienda, que obligan a la ciudad a proporcionar una cama a quien la necesite.
El anuncio “no solo socava el derecho a la vivienda, sino el papel definitorio de Nueva York como faro de promesas, inscrito en la base de la Estatua de la Libertad”, declaró el contralor municipal Brad Lander.
*Con información de Europa Press.