El próximo jueves, 11 de mayo, el Título 42, una norma estadounidense que permite expulsar automáticamente a migrantes sin permisos de entrada que llegan a la frontera, implementada por el gobierno del expresidente Donald Trump a raíz de la pandemia de covid-19, será cosa del pasado.
De cara a esa fecha, autoridades de ambos países advirtieron de un aumento del flujo de migrantes hacia la frontera, atraídos por la falsa promesa de traficantes de personas de que una vez expirada la medida podrán cruzar a Estados Unidos sin ser devueltos.
A pesar de la alerta que existe en el lugar, cerca de 150 familias migrantes lograron derribar, de manera simbólica, la fortificada frontera binacional para poder abrazarse durante seis minutos, en el evento anual “Abrazos No Muros”.
En medio del río que separa a los dos países, migrantes mexicanos que viven desde hace más de 20 años en Estados Unidos pudieron finalmente reencontrarse y en algunos casos conocer a padres, hermanos, hijos, nietos y bisnietos.
Durante más de cuatro horas, los agentes de la Patrulla Fronteriza del sector de El Paso, localidad estadounidense vecina de la mexicana Ciudad Juárez, se replegaron y observaron desde lejos el evento organizado por la ONG estadounidense Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
La organización montó una tarima de madera justo a la mitad del reducido cauce del río Bravo (río Grande para los estadounidenses) por donde desfilaron los participantes hasta estrecharse en cálidos y emotivos abrazos.
“No están solos” se leía en la camiseta azul que vestían las familias de lado mexicano, mientras que las que residen en Estados Unidos vistieron de amarillo.
Migrantes intentaron cruzar en estampida a Estados Unidos
Cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, intentaron cruzar el pasado 12 de marzo en estampida hacia territorio de Estados Unidos por uno de los puentes fronterizos ubicados en la mexicana Ciudad Juárez (norte), desesperados por conseguir asilo en ese país.
Los sudamericanos se congregaron alrededor del mediodía en el puente internacional Paso del Norte-Santa Fe, uno de los cinco que comunican Juárez con suelo estadounidense, atraídos por el rumor de que se les daría paso libre por la celebración de un supuesto “día del migrante”.
“Cientos de personas ingresaron hasta la mitad del puente donde cerró desde luego, por protocolo, la autoridad estadounidense”, relató Enrique Valenzuela, coordinador del Consejo Estatal de Población de Chihuahua, estado donde se ubica Ciudad Juárez, quien presenció el incidente.
“Insistían en ingresar y [...] agentes de seguridad americana salvaguardaron esa línea”, añadió Valenzuela, quien atiende a la numerosa población migrante que llega hasta esta ciudad, vecina de las estadounidenses El Paso, en Texas, y Santa Teresa, en Nuevo México.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran el momento en que un grupo de personas, que incluían madres con niños, corren a toda prisa por el puente dando gritos como “¡a USA!”.
“Todos corrimos y nos habían puesto una barrera ahí con alambres. Nos tiraron gases lacrimógenos y todo. Y bueno bajaron muchos (del puente)”, relató Jackson Solís, un venezolano de 23 años, parado del lado mexicano del puente que cruza sobre el río Bravo.
Con información de AFP