En Nueva York, Estados Unidos, las indagaciones sobre un joven por tenencia ilegal de armas llevó a descubrir toda una secta satánica que, además, habría incluido explotación sexual infantil. El nombre de quien ahora está bajo custodia es Ángel Almeida, un joven de 23 años, que llevó al FBI a destapar lo ‘impensable’.

The Guardian informó que el arresto de Almeida, en noviembre de 2021, centró el foco en el grupo clandestino 764. Ciertas publicaciones en redes generaron alarma en las autoridades, pues el residente de Astoria (Queens) llegó a ser acusado no solo por la posesión de armas sino pedofilia.

Reportes policiales, referidos por el medio británico, dan cuenta de cientos de menores que habrían sido blanco de abusos y con un sector definido: menores entre 8 y 17 años, así como miembros de la comunidad LGBTI y quienes luchan con su salud mental.

Los integrantes de esa ‘organización’ se valían, según las pesquisas, de varias plataformas para llegar a ellos.

Las víctimas eran sometidas a numerosos abusos (imagen de referencia) | Foto: Artem_Furman

Sin embargo, entre la variedad de espacios digitales, resalta Telegram. Las víctimas eran obligadas a grabarse autolesionándose, ejerciendo maltrato animal y actos sexuales. Para ello, los líderes de la secta empleaban “amenazas, chantajes y manipulación”, apuntaron las autoridades.

Así destaparon la secta

Las redes sociales de Ángel Almeida permitieron revelar el ‘oscuro’ mundo detrás. New York Post señaló que, con ese fin, el FBI había empezado a armar un rompecabezas y enfocado su atención en el joven por contenido de explotación a menores.

Ese medio indicó que Almeida tenía, aparentemente, varios perfiles en redes y en uno estaba con municiones en su pecho y aludía al culto satánico Orden de los Nueve Ángulos, descrito por la Fiscalía como “un grupo satanista mundial que abraza elementos del neonazismo y la supremacía blanca”.

En la vivienda del acusado se encontró material que refuerza las acusaciones (imagen de referencia). | Foto: Getty Images / sqback

El diario mencionado informó que la vivienda de ese sujeto fue registrada y encontraron más material pedófilo en cuatro dispositivos y textos conectados con el satanismo. Las indagaciones aludieron a un supuesto “pacto de sangre”.

El aviso del FBI

El 12 de septiembre el FBI advirtió sobre grupos que extorsionaban a menores para autolesionarse y otras prácticas. Una vez los victimarios cumplían su cometido, empezaban a circular el contenido por diferentes plataformas y continuando el “chantaje e intimidación”.

“Operan en plataformas disponibles públicamente, como sitios de redes sociales o aplicaciones móviles. Para obtener acceso a la mayoría de estos grupos, los posibles miembros deben transmitir en vivo o subir videos que muestren a sus víctimas menores dañando animales o autolesionándose, suicidándose, asesinando u otros actos de violencia”, dijo el FBI en un comunicado.

Imagen de referencia del FBI. | Foto: Getty Images / sqback

La Oficina Federal de Investigación hizo un llamado a elevar las medidas de precaución en internet, sobre todo al enviar imágenes o videos explícitos, así como información personal. A comienzos de febrero, la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos detalló las acusaciones contra Almeida.

“Su posesión de un arma de fuego a pesar de una condena previa por un delito grave, combinada con delitos contra menores, refleja la peligrosidad de Almeida y su falta de respeto por la ley”, afirmó el fiscal federal Breon Peace.

“Proteger a la comunidad de depredadores como el acusado siempre será una prioridad de esta Oficina”, agregó.

En otro aparte del texto se acusa al sujeto de plantear “múltiples amenazas a nuestra comunidad, no solo como un delincuente en posesión de un arma de fuego, sino también al atacar a los niños como víctimas de abuso sexual”. Se continuará “persiguiendo agresivamente y responsabilizando a cualquiera que esté dispuesto a explotar a algunos de los integrantes más vulnerables de nuestra sociedad”, dijo el subdirector del FBI en Nueva York Michael J. Driscoll.