Las autoridades locales han logrado este jueves identificar a algunas de las víctimas mortales de la tragedia perpetrada en Maine, Estados Unidos, en la que un reservista del Ejército abrió fuego el miércoles en una bolera y en un bar-restaurante matando al menos a 18 personas y dejando a otras más de 50 heridas.
El presidente Joe Biden lamentó “otro tiroteo masivo, trágico y sin sentido” en la localidad de Lewiston donde otras 13 personas resultaron heridas, tres de ellas en estado crítico, en una de las peores masacres de los últimos años en el país.
Pues bien, la cadena estadounidense CNN informó que las autoridades locales han logrado identificar a 8 de las 18 víctimas mortales de los tiroteos en Maine, recalcando entre ellas se encontraban Tricia Asselin, de 53 años, quien trabajaba medio tiempo en una tienda local llamada Just-In-Time Recreation.
“Lo que me dijeron es que cuando todo empezó, ella corrió hacia el mostrador y comenzó a llamar al 911, y fue entonces cuando le dispararon (...) Esa era ella. No iba a huir. Iba a intentar ayudar”, afirmó el hermano de la mujer al medio citado.
El administrador del restaurante Schemengees Bar & Grille, Joseph Walker, es una de las víctimas mortales, según el testimonio que dio su padre, Leroy Walker, a la cadena NBC.
Dijo que su familia está “sufriendo y muriendo en una pesadilla que no entendemos”. “Hemos estado despiertos toda la noche. No sabíamos a dónde ir, a quién dirigirnos”, añadió.
En el mismo restaurante estaba otra de las víctimas mortales, Bryan MacFarlane, de 40 años, afirmó el medio citado, resaltando que el hombre estaba en medio de un juego conocido como cornhole, en un grupo de personas sordas.
“Crecí en Maine y la comunidad de sordos es una comunidad muy unida (...) No solo mataron a mi hermano, sino también a mis amigos”, afirmó la hermana de la víctima al medio citado.
La gobernadora del estado de Maine, Janet Mills, dijo que el sospechoso se considera “armado y peligroso, y la Policía advierte a la gente de Maine que no deben acercársele bajo ninguna circunstancia”.
“Este ataque golpea en el corazón mismo de lo que somos y de los valores que apreciamos”, agregó Mills en una rueda de prensa. “Es un día oscuro para Maine”.
La Policía identificó al atacante como Robert Card, de 40 años, y difundió su fotografía con barba, vestido con una chaqueta marrón, pantalones azules y zapatos marrones, armado de un rifle semiautomático en la bolera.
La búsqueda
Cientos de policías en atuendo camuflado de estilo militar, así como agentes del FBI (policía federal), copan el área de búsqueda en “un enfoque de todos contra uno”, según el jefe de la Policía de Lewiston David St. Pierre.
“Continuamos trabajando sin descanso en llevar esta situación a término”, dijo St. Pierre a periodistas, con el objetivo de “localizar y hacer que esta persona rinda cuentas”.
Según el responsable de la seguridad pública de Maine, Mike Sauschuck, durante la búsqueda la policía halló una camioneta blanca abandonada a una decena de kilómetros de Lewiston.
Biden se comunicó con la gobernadora de Maine para ofrecer apoyo federal y ordenó colocar la bandera nacional a media asta en todos los edificios estatales.
“Nuestra nación está de duelo nuevamente”, lamentó el presidente en un comunicado, llamando de nuevo al Congreso a “prohibir las armas de asalto”.
Esta nueva matanza, una de las más mortíferas desde la de Las Vegas en 2017, se añade a la larga lista de tiroteos que enlutan regularmente Estados Unidos, donde las armas pululan y son fáciles de adquirir.
En 2023, el país registra al menos 565 tiroteos masivos, de acuerdo con la organización no gubernamental Archivo de Violencia por Armas, que define como tiroteo masivo el que deja al menos cuatro o más personas heridas o muertas.
Excluyendo los suicidios, más de 15.000 personas han muerto a causa de la violencia armada desde principios de año en el país, y el ataque del miércoles es el más mortífero registrado durante el período, según la misma oenegé.
*Con información de AFP.