Los datos que dio a conocer la oficina de inmigración de Canadá en cuanto a migración ilegal son desconcertantes. Según la entidad del gobierno, en 2022 cerca de 40 mil personas llegaron de manera irregular al país, dos veces más que en 2017, cuando se registró el récord anterior. Ni el invierno desalienta a los que quieren llegar a ese país, pues solo en enero de este año fueron más de 5.000.
Antes de que pasen la frontera, ONG’s del país les distribuyen mantas, gorros y palabras de aliento a quienes desean buscar un mejor futuro en Canadá.
“Queremos que sepan que hay personas que los apoyan en su búsqueda de un lugar donde vivir seguros”, explica Frances Ravensbergen, voluntario de Créons des ponts (Tendiendo puentes).
En concreto, luego de haber sido registrados por la policía, los migrantes son llevados al puesto fronterizo oficial más cercano para radicar una solicitud de asilo, entre el 50 y el 60 % de estas son aceptadas.
Luego de unos meses, estos migrantes logran conseguir un permiso de trabajo y hasta sus hijos pueden ir al colegio. También se benefician de servicios de salud y son alojados en centros de asistencia o en hoteles durante el tiempo que dura el tratamiento de su solicitud.
¿Por qué huyen de Estados Unidos los migrantes ilegales?
Aunque la inmigración irregular es nueva para Canadá, quienes llegan al país tienen grandes beneficios y los procesos son mucho más eficientes.
“La rapidez del sistema, entre otras cosas, es lo que motiva a las personas a venir. Del lado estadounidense, toma de cinco a seis años, incluso más, en comparación con dos años en promedio en Canadá”, explicó Stéphanie Valois, presidenta de la asociación de abogados en derecho de la inmigración de Quebec.
A esto se le suma la problemática que vive Estados Unidos, en temas de violencia, drogadicción, racismo y rechazo hacia los migrantes.
Precisamente aquellos que se encuentran en la ciudad de Nueva York aseguran estar insatisfechos con la vida en la Gran Manzana y le dijeron al medio estadounidense New York Post que preferirían aceptar “boletos gratis” para viajar al norte de Canadá y obtener mejores oportunidades en un país con tasas más bajas de personas sin hogar y abuso de drogas.
“Me voy a Canadá por una mejor calidad de vida para mi familia”, dijo un migrante identificado con el nombre de Raymond Peña al diario mencionado.
Otro migrante dijo que lo “echaron” del hotel Row cerca de Times Square, y después lo enviaron a un refugio para personas sin hogar en Brooklyn.
Un denunciante en el Hotel Row publicó videos y fotos de inmigrantes ilegales destrozando el hotel Row y dejando comida “buena” para que se pudriera.
“El caos que vemos hoy en el Row es causado por los migrantes que están borrachos, bebiendo todo el día, fumando marihuana y consumiendo drogas “, dijo el denunciante Felipe Rodríguez.
Manuel Rodón, otro migrante de Venezuela, le dijo al mismo medio que estaba preocupado por el uso desenfrenado de drogas en la ciudad de Nueva York.
“Muchos de los estadounidenses usaban drogas allí. Siento que Canadá será más seguro. Es un país mucho más tranquilo que Estados Unidos”, expresó.
Se espera que el tema del flujo de demandantes de asilo esté en la agenda de conversaciones entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, durante su visita a Ottawa, el 23 y 24 de marzo.
Para Canadá, poco habituado a estos temas, la retórica de la inmigración va en aumento. Y cada vez más voces piden la renegociación de un tratado que estipula, como el acuerdo de Dublín en Europa, que los migrantes deban radicar su demanda de asilo en el primer país al que lleguen.
Desde la reapertura de fronteras tras la pandemia, los flujos migratorios se intensifican en el mundo alimentados por la miseria económica y la creciente inseguridad en varios países.
Con información de AFP