Kristopher Henderson, un hombre de 41 años de edad con residencia en Minnesota (Estados Unidos), deberá pasar al menos 15 años tras las rejas porque fue encontrado culpable por la muerte de su hija, quien solo tenía dos meses. El deceso ocurrió en septiembre de 2021, pero no fue sino hasta los últimos días que se resolvió su situación judicial.
El hombre se declaró responsable de asesinato no intencional en segundo grado, luego de que su bebé terminara con heridas de las que no logró recuperarse, mientras la mamá estaba trabajando. Aunque en un comienzo Henderson aseguró desconocer cómo la pequeña terminó lesionada, los señalamientos que hizo después fueron ‘desconcertantes’.
De acuerdo con Daily Star, antes de reconocer su vínculo con el deceso, había culpado a un gato (mascota de la familia) por las heridas mortales. Una vez la mamá regresó a casa, hacia las 6:00 p. m. (hora local), notó las condiciones de la niña y decidió llevarla a la sala de emergencias, después de comunicarse con una familiar.
Así llegó la bebé al hospital
El diagnóstico médico fue ‘desalentador’ porque al centro asistencial, casi una hora después, a la menor se le encontraron lesiones en varias partes del cuerpo que incluían costillas rotas y hemorragia en el cerebro. Las posibilidades de recuperación se empezaron a apagar, principalmente, por los daños que había sufrido su cabeza y la esperanza reposaba en un aparato de asistencia vital.
Así las cosas, y ante la remota probabilidad de que el tiempo y apoyo médico le devolvieran su funcionalidad, se contempló desconectarla y fue declarada muerta el 3 de noviembre de ese mismo año. Daily Star recogió que el papá confesó haberla tomado “boca abajo en sus brazos” y la tomó “con más fuerza de lo habitual durante lo que calculó que fueron cinco minutos mientras intentaba calmarla”.
Según Law and Crime, Kristopher Henderson admitió a los investigadores que su actitud pudo ser “un poco ruda” al momento de cambiar el pañal. En la denuncia quedó expresada una respuesta afirmativa del estadounidense cuando fue interrogado sobre si la fuerza fue ‘suficiente’ para fracturarle a la niña las costillas.
Adulta mayor, capturada por robo
En Estados Unidos, una mujer fue sorprendida por tercera vez cuando intentaba robar un banco y, según medios internacionales, se dispuso una fianza de 25.000 dólares por su libertad. Su nombre es Bonnie Gooch, quien con 78 años, sumó un nuevo hecho al expediente judicial.
Los Angeles Times, que cita al medio Kansas City Star, señaló que la adulta mayor entregó una nota al cajero en Pleasant Hill en la que afirmaba no haber sido su “intención” asustarlo. Según ese diario, Gooch había cometido un delito similar en 1977 y otro en 2020 del que expiró su libertad condicional un año más tarde.
Las autoridades la señalaron de haber consumido alcohol cuando se acercó a la entidad bancaria para exigir “13.000 billetes pequeños” y de golpear la ventana para que el trabajador se diera prisa con el dinero. Su captura tuvo lugar a unos tres kilómetros, mientras estaba en un automóvil.
Según Los Angeles Times, Bonnie Gooch no tenía ningún padecimiento diagnosticado, por lo que el caso era “algo muy triste”. Por su lado, Fox 4 recogió el testimonio de Justin Lewis, encargado de un local de pizza: “Vi dos autos de policía detenerse en el banco. (...) Estaba manejando hacia el trabajo y estaba saliendo. Y yo estaba como, ‘¿Qué diablos? ¿Una anciana?’”.