La tensión, que cada vez más escala a niveles preocupantes entre Israel y el grupo terrorista Hamás, ha desencadenado una ola de apoyo hacia los israelíes luego del brutal asesinato de más de 260 personas en un festival musical cerca al sur de Israel, así como más de 500 muertes al interior de la nación hebrea por el despliegue de los terroristas palestinos desde el pasado sábado.
Por tal motivo, Estados Unidos, uno de los grandes aliados históricos de Israel, no dudó en demostrarle públicamente su apoyo en contra de las milicias islámicas, además de solicitarle a otras naciones occidentales que se mostraran solidarias con el Estado hebreo en momentos de gran violencia.
De hecho, durante este lunes, el mandatario estadounidense, Joe Biden, tuvo una reunión vía telefónica con sus homólogos de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, en donde las cinco administraciones se comprometieron a apoyar a Israel en su lucha contra el terrorismo, y asimismo para cobijar las aspiraciones del pueblo palestino y de los israelíes a vivir en paz.
En el comunicado compartido mediante la cuenta oficial de Biden en X, se observa que los cinco países involucrados increpan al grupo terrorista islámico Hamás, exponiendo que no hay justificación suficiente para atentar contra la vida de civiles, además de secuestrar a mujeres y niños, principalmente.
Por otro lado, la Casa Blanca se vistió la noche del 9 de octubre con los colores azul y blanco, en solidaridad con el Estado de Israel, en donde Joe Biden trinó: “Esta noche, Estados Unidos dice claramente al pueblo israelí, al mundo y a los terroristas de todas partes que apoyamos a Israel. Eso nunca cambiará”.
Una relación innegable
A pesar de que Joe Biden y Benjamín Netanyahu han mostrado cierta distancia por las posturas políticas que el mandatario estadounidense no comparte con su homólogo israelí, se reunieron el pasado mes de septiembre en Nueva York, aprovechando la cita anual a la Asamblea General de la ONU.
Aunque no se conocieron muchos detalles de la reunión, uno de los temas a tratar fue el posible tratado de normalizaciones entre Israel y Arabia Saudí, con mediación de Estados Unidos. No obstante, con la actual crisis en Gaza, dicha negociación podría estar en peligro.
Sin embargo, tan pronto Israel se declaró en estado de Guerra, Joe Biden indicó que Estados Unidos apoyaría a la nación hebrea en todo lo que necesitara para defender su soberanía y a su población, enfatizando en la unidad que impera desde décadas entre Washington y Jerusalén.
¿Qué dice la contraparte?
Hamás declaró que el régimen de Irán ha apoyado a esta milicia islámica con el fin de desestabilizar la seguridad en Israel, y con ello, lograr la desaparición del Estado hebreo, el cual es el propósito principal tanto de Hamás, como de Teherán.
Por otro lado, el grupo islámico Hezbolá, seguidor de Hamás y de Irán, ha demostrado su apoyo a los terroristas palestinos en la incursión bélica que se está tomado el sur de Israel. De hecho, Siria, quien no cuenta con relaciones diplomáticas con Israel y que presenta una disputa con la nación hebrea por los Altos del Golán, ha querido formar parte del frente contra Israel, sin embargo, los Emiratos Árabes Unidos le han advertido que no lo haga.
La preocupación de la comunidad internacional recae en la probabilidad de que este conflicto se traslade hacia Líbano o Siria debido a que Israel no permitirá que las fuerzas aliadas a Hamás ingresen a su territorio, por lo que podría convertirse en un conflicto regional donde las potencias de Occidente y de Oriente Medio se enfrentarían por un largo tiempo afectando la cotidianidad de los civiles libaneses, sirios, palestinos e israelíes que quedarían en medio de la confrontación.