Estados Unidos abrirá centros en Colombia y Guatemala para preseleccionar a los migrantes que podrán entrar en el país en cuanto se levante el próximo mes de mayo una norma que permite expulsar a muchos de los que cruzan la frontera con México.
El gobierno del presidente Joe Biden teme que se dispare el número de solicitantes de asilo cuando el 11 de mayo se levante una norma sanitaria conocida como Título 42, que permite bloquear o expulsar a la inmensa mayoría de los que llegan a la frontera sin visa o documentación requerida para entrar.
Según el Departamento de Estado, Washington abrirá “centros regionales de procesamiento” en toda América Latina “para facilitar el acceso a vías legales” de entrada.
Comenzará por Guatemala y Colombia, países a los que el jefe de la diplomacia, Antony Blinken, agradeció “su papel como excelentes socios de Estados Unidos en estos esfuerzos”, durante una rueda de prensa conjunta con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Estos centros correrán a cargo de organizaciones internacionales porque cuentan con “ubicaciones físicas” en las que sus expertos y funcionarios estadounidenses “harán una selección previa de las personas que vienen”, explicó Blinken.
Biden cuenta con la colaboración de aliados como España y Canadá, dos países que según Washington aceptarán referencias de estos centros para que los migrantes puedan acceder a sus programas.
Los centros regionales también proporcionarán información sobre las opciones locales en América Latina y el Caribe, incluidas las oportunidades de regularización en los países anfitriones y servicios sociales disponibles.
Mayorkas calcula que los centros regionales permitirán tramitar rápidamente “un mayor número” de solicitudes, inicialmente unas 5.000 o 6.000 más por mes.
Por otro lado, Washington “está simplificando” los procesos de permiso de reunificación familiar para cubanos y haitianos y se los extenderá a ciudadanos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Colombia, informó Mayorkas.
El Gobierno también continuará con el programa que permite a los migrantes usar la aplicación CBP One para agendar una hora y un lugar para presentarse en un puerto de entrada. Se aplicará a aquellos que se encuentren en el centro o norte de México.
Estos centros correrán a cargo de organizaciones internacionales porque cuentan con “ubicaciones físicas” en las que sus expertos y funcionarios estadounidenses “harán una selección previa de las personas que vienen”, explicó Blinken.
Mayo, mes de expulsiones y cambio de norma
Una vez que se levante el Título 42, el Gobierno aplicará el Título 8, como vienen haciendo desde hace décadas tanto demócratas como republicanos.
El Título 8 permite expulsar a todos aquellos que no tengan una autorización para entrar y a diferencia del Título 42, si intentan volver a ingresar, se les sancionará con una prohibición de reingreso de al menos cinco años y posibles procesos penales.
Aquellos que no recurran a las “vías legales” se expondrán a la “deportación acelerada” en cuestión de días o pocas semanas, advirtió Mayorkas, que incluye a los cubanos y haitianos entre los posibles expulsados a México.
La expulsión acelerada de los adultos que viajan solos se tramitará desde las instalaciones de la Patrulla Fronteriza y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos llevarán a cabo las llamadas entrevistas de miedo creíble, en las que evaluará si existe una posibilidad de que la persona sea perseguida o torturada si regresa a su país.
“Hemos ampliado nuestra capacidad de retención y establecido equipos y procedimientos para que las personas tengan la capacidad de acceder a un abogado”, aseguró Mayorkas, quien añadió que aumentarán los vuelos de repatriación.
En el caso de las familias es diferente y, tras semanas de rumores, el Gobierno se ha decantado por “priorizar la unidad familiar”. Las familias serán deportadas, incluso de forma acelerada, si incumplen los requisitos para quedarse, pero se les aplicará medidas alternativas a la detención, como el monitoreo por GPS.
Para los demócratas se trata de medidas provisionales hasta que el Congreso se ponga de acuerdo en una política migratoria que Biden pide desde su llegada a la Casa Blanca y que casi no tiene posibilidades de prosperar.
*Con información de la AFP.