En medio de la tragedia por la desaparición del sumergible Titán de la compañía OceanGate con cinco integrantes a bordo y que tenía como destino visitar los restos del icónico Titanic, mismo que fue encontrado este jueves 22 de junio en el fondo del océano; los familiares de las víctimas del famoso naufragio informaron sobre su descontento con los recorridos turísticos que se estaban realizando.
“¿Por qué, por qué tienes que hacer eso? Que la gente descanse (...) ¿Por qué convertirlo en un lugar para que la gente vaya a ver? Los cadáveres están allí, o lo que queda de ellos. El barco está allí, o lo que queda de él, y ahora mismo es un lugar pacífico, o tan pacífico como puede ser. Si yo fuera ellos, si mi alma estuviera allí, no querría que la gente bajara a mirarme”, dijo John Locascio, sobrino de una pareja víctima del naufragio, en medio de una entrevista para la cadena estadounidense CNN.
En su entrevista, Locascio aprovechó para indicar que le gustaría que se detuvieran este tipo de viajes turísticos, además de los riesgos de la travesía, por el respeto de quienes fallecieron en la tragedia de 1912, afirmando que el lugar debería ser considerado como un cementerio y ser tratado como tal.
“Me gustaría que se detuvieran, para ser perfectamente honesto. No tiene sentido. Vas a bajar a ver una tumba. ¿Te gustaría desenterrar a tus tíos o tías para ver la caja? No creo que sería una situación muy cómoda, tener gente simplemente mirando, comiéndose con los ojos. No tiene sentido. Creo que es repugnante, honestamente”, afirmó en medio de su entrevista.
Por su parte, Mark Petteruti, otro familiar de una víctima, pero que sobrevivió al naufragio del Titanic, indicó para The Daily Beast que es una falta de respeto ese tipo de incursiones, alegando que no era un “Disneyland”.
“Es una tragedia tal, no puedo creer que la gente pagaría $250,000 para mirarlo (...) Es un cementerio, todas esas personas que murieron con todos sus restos están ahí abajo… ahora es casi como Disneylandia con toda la gente que baja a mirar”, recalcó el hombre en sus declaraciones.
El Titanic sigue generando fascinación
Desde que se hundió en su viaje inaugural hace más de un siglo, el Titanic y su historia han generado una gran fascinación. En la época, el barco fue un monumento a los avances tecnológicos y a la arrogancia de los hombres que creían haber construido un buque imposible de hundir.
En las décadas siguientes, su naufragio, uno de los peores accidentes marítimos de la historia, inspiró libros, películas y sedujo a incontables aventureros ávidos por ver lo que ocurrió cuando el lujoso barco impactó contra un iceberg.
Entre ellos, los acaudalados pasajeros y la tripulación del sumergible que desapareció en el Atlántico Norte el domingo cuando se dirigía a visitar los restos del mítico navío, a un costo de 250.000 dólares cada pasajero. Una exhaustiva operación de búsqueda y rescate para encontrar la pequeña embarcación antes de que se quede sin oxígeno continúa este miércoles mientras el mundo mira y aguarda por noticias.
El RMS Titanic llevaba más de 2.000 pasajeros y su tripulación cuando partió desde la ciudad inglesa de Southampton hacia Nueva York, en abril de 1912. En la época, era el mayor barco del mundo, un palacio de lujo flotante, donde los pasajeros de primera clase tenían a su disposición un gimnasio, cancha de squash, una piscina y varios restaurantes. También podían descansar en sus suntuosas habitaciones, con cientos de personas disponibles para atender cada uno de sus caprichos.
Bajo cubierta, cientos de pobres inmigrantes estaban apretujados en austeros camarotes, desesperados en busca de la promesa del Nuevo Mundo. Pero el 14 de abril el Titanic chocó contra un iceberg que abolló y dobló el casco, y permitió la entrada de agua.
A medida que los compartimientos se inundaban, el barco de 269 metros de longitud comenzó a hundirse. No había suficientes salvavidas para el número de pasajeros, y la tripulación no sabía como utilizarlos.
En su mayoría, mujeres y niños llenaron los botes salvavidas, bajo la instrucción de que los hombres debían esperar. Algunos partieron a media capacidad.
Horas después de empezar a inclinarse a medida que la proa se hundía, el enorme barco se partió en dos y se sumergió en las profundidades. Las personas que no alcanzaron a entrar en los pocos botes salvavidas fallecieron en minutos en el helado mar. Unas 1.500 personas murieron en la tragedia. Apenas 700 fueron rescatadas por el RMS Carpathia, un trasatlántico a vapor que respondió a las llamadas de emergencia del Titanic.
*Con información de AFP.