Este viernes 21 de abril, la Corte Suprema de Estados Unidos votó para que se proteja el acceso a la mifespristona, uno de los dos medicamentos utilizados para abortar médicamente en el país, al congelar los fallos de los tribunales inferiores que imponían restricciones sobre el mismo.
De los nueve jueces, cinco han acordado otorgar la suspensión a las limitaciones decretadas por un juzgado de Texas, aunque todavía se desconoce quiénes de los seis jueces conservadores han secundado esta decisión.
Los únicos que sí han informado de su voto públicamente han sido los dos jueces conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito, que se han mostrado en contra, según ha informado la cadena NBC News.
La decisión del Tribunal significa que las mujeres aún pueden obtener mifepristona por correo, usarla en casa y hasta las diez semanas de embarazo, mientras continúa el litigio en el tribunal inferior. La versión genérica del medicamento, fabricada por GenBioPro, también seguirá estando disponible.
“Seguiremos luchando”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha celebrado esta decisión: “Hoy, el Tribunal Supremo ha concedido la solicitud de suspensión de emergencia del Departamento de Justicia en ‘Alliance for Hippocratic Medicine versus FDA’, lo que ha impedido que entrara en vigencia una decisión de un tribunal inferior que habría socavado el juicio médico de la FDA y puesto en riesgo la salud de las mujeres”.
“Lo que está en juego no podría ser más importante para las mujeres en todo Estados Unidos. Continuaré luchando contra los ataques a la salud de las mujeres impulsados por la política. Pero seamos claros: el pueblo estadounidense debe continuar usando su voto como su voz y elegir un Congreso que apruebe una ley que restablezca las protecciones de Roe versus Wade”, añadió Biden.
La vicepresidenta del país, Kamala Harris, realizó unas declaraciones en la misma línea, afirmando que van “a seguir con la lucha”.
“El presidente y yo seguiremos luchando para proteger la libertad de la mujer para tomar decisiones sobre su propio cuerpo y el acceso a la atención de la salud reproductiva, incluido el aborto con medicamentos. Nadie debe interponerse entre una mujer y su médico”, explicó la vicepresidenta.
La polémica
La decisión del juez de distrito Matthew Kaczmaryk en Texas sobre el uso de la píldora abortiva se enmarca en una nueva batalla legal que, según organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, merma los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres.
La medicación para interrumpir voluntariamente el embarazo, que es el principal método utilizado a nivel nacional, ha vuelto a poner en el punto de mira el acceso al aborto tras la derogación en 2022 del fallo de Roe versus Wade, que reconocía este derecho.
La oposición a la embestida contra la píldora abortiva es encabezada por el departamento de Justicia, que argumentó que la sentencia inicial del juez federal de Texas se basaba en una “evaluación profundamente errónea” de la seguridad de la píldora.
El empleo de la mifepristona fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos hace más de dos décadas tras defender que ya quedó demostrado que es segura y efectiva para poner fin a un embarazo.
Las reacciones tras la decisión de la Corte
Planned Parenthood, primera organización de planificación familiar, agradeció la decisión de la Corte. “Estas son buenas noticias, pero los hechos siguen siendo los mismos: El acceso a la mifepristona nunca debió haber estado en riesgo”, manifestó la organización, proveedor líder del procedimiento de interrupción voluntaria del embarazo.
“No estamos fuera de peligro, ni mucho menos como lo demuestra esta demanda infundada, los extremistas van a usar cada truco para intentar prohibir el aborto en todo el país”, dijo también Jennifer Dalven, directora del proyecto por las libertades reproductivas de la poderosa Asociación para las Libertades Civiles (Aclu).
Por otro parte, el grupo antiaborto Alliance Defending Freedom dijo que espera un “resultado final en este caso donde se responsabilice a la FDA”.
“La FDA debe responder por el daño causado a innumerables mujeres y jóvenes, y el Estado de Derecho por fallar en el estudio de cuán peligroso es el régimen de medicamentos del aborto químico”, dijo Erik Baptist, consejero de la organización.
En una presentación ante la Corte Suprema el martes, la coalición antiaborto que inició el caso contra la FDA repitió sus controvertidas afirmaciones de que el medicamento no es seguro. La FDA y el fabricante Danco Laboratories “continuamente colocaron la política por encima de la salud de las mujeres”, dijo.
*Con información de Europa Press y la AFP.