A raíz de la pandemia del coronavirus, Estados Unidos implementó una normativa conocida como Título 42, la cual permite a la Administración negar la oportunidad de solicitar asilo a los migrantes por cuestiones sanitarias.
Esta disposición de salud pública fue impulsada por la anterior Administración en cabeza del entonces presidente Donald Trump que autoriza la expulsión de cualquier migrante y solicitante de asilo que intente cruzar las fronteras terrestres de Estados Unidos.
Esta polémica norma se levantará el próximo 11 de mayo como último día de funcionamiento, e iniciará un nuevo método de control fronterizo con una serie de mejoras en el sistema de programación de citas que entrarán en vigor el 12 de mayo para una “mayor flexibilidad y acceso”.
A partir de ese día se incrementará “la cantidad de citas disponibles a aproximadamente 1.000 por día” y estarán “disponibles durante 23 horas cada día en lugar de en un horario designado”, esto tras críticas recibidas por saturación de la aplicación.
Los migrantes deben hallarse en el norte o centro de México y seguir dos pasos: primero, solicitar la cita a lo largo del día y después confirmarla en un periodo de 23 horas. El objetivo es “reducir la presión” y “la dependencia de la velocidad y la conectividad de internet”, dice el comunicado.
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden estima que el número de migrantes en la frontera se disparará a partir del 12 de mayo, por lo que ha adelantado medidas como la apertura de centros en Guatemala y Colombia para pedir citas de asilo.
Pero ha advertido que una vez que se levante el Título 42, aplicará el Título 8, como se viene haciendo desde hace décadas y que posibilita expulsar a todos los migrantes que no tengan una autorización para entrar.
A diferencia del Título 42, el 8 permite prohibir la entrada a los migrantes durante 5 años si vuelven a intentar ingresar y contempla posibles procesos penales contra ellos.
Militarización de la frontera
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó a principios de esta semana el envío de cientos de soldados de la Guardia Nacional a la frontera entre Estados Unidos y México, en un intento de frenar el previsible aumento de la inmigración cuando esta semana expire el Título 42.
En una muestra de las profundas divisiones políticas que existen en Estados Unidos en torno a la inmigración, Abbott arremetió contra el presidente Joe Biden por el previsible aumento de la inmigración ilegal.
“Con el fin del Título 42 el jueves, el Presidente Biden está poniendo la alfombra de bienvenida a gente de todo el mundo”, dijo Abbott.
“La Guardia Nacional de Texas está cargando helicópteros Blackhawk y C-130 y desplegando soldados especialmente entrenados para la Fuerza Táctica Fronteriza de Texas, que serán desplegados en puntos calientes a lo largo de toda la frontera”, agregó el gobernador.
Las ciudades ubicadas a lo largo de los 3.100 kilómetros de frontera se están preparando para lo que podrían ser varios miles de personas intentando cruzar a Estados Unidos cada día.
Las ciudades texanas de El Paso, Brownsville y Laredo han declarado el estado de emergencia, mientras luchan por hacer frente a los cientos de personas -la mayoría de América Latina, algunas de China, Rusia y Turquía- que ya están ahí.
Con información de AFP*