El expresidente de Estados Unidos Donald Trump afirmó este martes 18 de julio haber recibido una carta de la fiscalía que sugiere que es probable que se le acuse penalmente por los disturbios durante el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021.
“El trastornado Jack Smith, fiscal del Departamento de Justicia de (el presidente estadounidense) Joe Biden, envió una carta (...) que afirma que soy un OBJETIVO de la investigación del Gran Jurado sobre el 6 de enero”, dijo Trump en su plataforma Truth Social.
Ese día, los partidarios de Trump asaltaron el Capitolio para intentar impedir que se certificara la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
El expresidente, favorito entre los republicanos para la nominación de un candidato a las presidenciales de 2024, dijo que le dieron “un plazo muy corto de cuatro días” para personarse ante un gran jurado, “lo que casi siempre significa un Arresto y Acusación”.
“Esta caza de brujas tiene que ver con la interferencia electoral y un completo y total uso de la aplicación de la ley como arma política”, aseguró Trump. El mismo fiscal le ha imputado cargos por su gestión de documentos gubernamentales confidenciales después de irse de la Casa Blanca.
El mismo fiscal le ha imputado cargos por su gestión de documentos gubernamentales confidenciales después de irse de la Casa Blanca.
Un vocero del fiscal especial Jack Smith, cuya oficina conduce la investigación, se negó a hacer declaraciones. Los fiscales han arrojado una amplia red en su investigación sobre los intentos de Trump y sus aliados de bloquear la transferencia del poder al demócrata Joe Biden.
Trump, por ahora el amplio favorito para obtener la candidatura republicana, se aprestaba a viajar en las próximas horas a Iowa, donde grabará una asamblea popular con Sean Hannity, un presentador de la cadena Fox News. Los fiscales en Georgia están investigando por su lado las gestiones de Trump para anular los resultados de la elección en ese estado. La fiscal del condado de Fulton indicó que prevé presentar cargos en las próximas semanas.
Trump escribió que “me han inculpado tres veces... y probablemente habrá una cuarta desde Atlanta”, y añadió en mayúsculas: “¡Esta cacería de brujas es pura interferencia electoral y uso (político) del poder policial como arma!”.
Desde su inculpación, Donald Trump intensificó aún más sus ataques contra el Departamento de Justicia, al que ya había calificado de “monstruo malvado”, con el riesgo de que eso mine la confianza de los estadounidenses en el Estado de derecho.
Acusado de haber guardado de manera ilegal documentos secretos de la Casa Blanca, el multimillonario de 77 años es el primer expresidente estadounidense en ser procesado por la justicia federal. El republicano también es por ahora el principal rival del presidente Joe Biden para las elecciones de 2024.
Al dejar la Casa en enero de 2021 Trump se mudó a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, y se llevó decenas de cajas llenas de archivos secretos del Pentágono, la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional y otros organismos de inteligencia.
Un año después, y tras varias órdenes judiciales, accedió a devolver 15 cajas que contenían casi 200 documentos. Pero el FBI consideró que no había entregado todo y que seguía guardando documentos en su club de Palm Beach. Los agentes del FBI efectuaron allí un registro el 8 de agosto y se incautaron de otra treintena de cajas con 11.000 documentos.
Según la acusación, encontraron documentos clasificados “en un salón de baile”, pero también “en un cuarto de baño, en la ducha”, en “un despacho” y en “un dormitorio”. El material encontrado incluía “información sobre la capacidad de defensa de Estados Unidos y otros países”, “sobre los programas nucleares estadounidenses” y “sobre las vulnerabilidades potenciales en caso de ataque a Estados Unidos y sus aliados”.
Su potencial “divulgación hubiera puesto en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos y sus relaciones internacionales”, dijo Smith, nombrado en noviembre para supervisar la investigación de forma independiente.
Con información de AFP y AP*