Luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusara penalmente al empresario y expresidente Donald Trump por sus esfuerzos para revertir su derrota en el marco de las elecciones presidenciales de 2020, los fiscales expresaron que el magnate reclutó a seis co-conspiradores para “ayudarlo en sus esfuerzos criminales para anular los resultados legítimos de las elecciones presidenciales de 2020 y retener el poder”.
A pesar de que estos co-conspiradores no se nombran explícitamente en la acusación, cinco de ellos se pueden identificar utilizando algunas descripciones dadas por los fiscales, según investigaciones por The Washington Post. Sin embargo, aunque el organismo judicial no los nombró, los abogados de los presuntos implicados por el diario no han dado declaraciones a la prensa.
¿Quiénes serían los co-conspiradores?
Los posibles rostros que habrían apoyado a Donald Trump de revocar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en donde resultó victorioso la dupla demócrata de Joe Biden y Kamala Harris, son:
Rudy Giuliani
Bajo el pseudónimo de “co-conspirador 1″ agregando la acusación “que estaba dispuesto a difundir afirmaciones falsas a sabiendas y seguir estrategias”, Guiliani se destacó como el abogado personal de Trump y fue un impulsor para anular la victoria de Biden en 2020.
El también exalcalde de Nueva York, encabezó desafíos legales falsos en estados clave como Míchigan y Georgia en donde promovió afirmaciones carentes de fundamento de que se había cometido fraude electoral en las pasadas elecciones. Por este comportamiento, el estado de Nueva York suspendió a Guiliani de ejercer su título de abogado en este territorio citando las declaraciones falsas que recitó mientras se desempeñó como abogado de Trump.
John Eastman
El “co-conspirador 2″ se desempeño como un abogado “que ideó e intentó implementar una estrategia para aprovechar el papel ceremonial del vicepresidente que supervisa el procedimiento de certificación para obstruir la certificación de la elección presidencial”, con base en lo dictado por la acusación.
Eastman, conocido por ser un abogado conservador quien se desempeñó como secretario del juez de la Corte Suprema, Clarence Thomas, afirmó sin prueba alguna de que Trump perdió en el estado de Georgia porque 66 mil menores de edad y 2.500 delincuentes condenados se habían acercado a las urnas a votar.
En junio pasado, Eastman se defendió ante el Colegio de Abogados del Estado de California de 11 cargos por acusaciones en donde presuntamente él marcó una hoja de ruta que siguió Trump para obstruir el recuento de votos en algunos estados. Si Eastman llega a ser declarado culpable, podría perder el derecho de ejercer la abogacía en California.
Sidney Powell
Como “co-conspirador 3″ la acusación describe a este individuo como un abogado que “aceptó y amplificó públicamente” la idea de que las elecciones fueron fraudulentas aunque reconoció en privado que esas afirmaciones estaban alejadas de la realidad.
Powell, quien fue ex fiscal, es un abogado conservador y gran crítico del Departamento de Justicia quien representó al ex asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn cuando retiró una declaración de culpabilidad tras admitir que mintió al FBI. El abogado ha afirmado que las máquinas de votación habían sido “pirateadas” para manipular las elecciones a favor de Biden.
Jeffrey Clark
La acusación describe al “Co-conspirador 4″ como un empleado del Departamento de Justicia el cual trabajó con Trump para “usar el Departamento de Justicia para abrir investigaciones falsas de delitos electorales e influir en las legislaturas estatales con afirmaciones falsas deliberadas de fraude electoral”.
Clark era un funcionario de nivel medio de este Departamento a quien Trump consideró posicionar como fiscal general interino.
Kenneth Chesebro
El “co-conspirador 5″ se describe en la acusación como “un abogado que “ayudó a idear e intentar implementar un plan para presentar listas fraudulentas de electores presidenciales para obstruir el proceso de certificación”.
Chesebro fue el primero en sugerir que las listas de los electores a favor de Trump podrían organizarse en los estados que perdió y ser reconocidos por el Congreso el 6 de enero. El abogado ha dicho que sus comunicaciones con la campaña de Trump estaban protegidas por la confidencialidad abogado-cliente además de invocar su derecho de la quinta enmienda contra la autoincriminación.
¿Y el “co-conspirador 6″?
La acusación describe a este individuo como un “consultor político” el cual aportó para implementar un plan para presentar listas en donde se demostraba el fraude de las elecciones del 2020.