Para el jueves primero de junio está prevista una protesta denomina “Día sin migrantes”, para rechazar la Ley SB1718, que endurece las medidas en Florida, Estados Unidos, contra esta población, una de las más importantes en ese país.
La convocatoria es apoyada, además, por migrantes que se encuentran en ciudades como Los Ángeles, Chicago, Denver, Nueva York y Houston.
De acuerdo con los organizadores de esta jornada, paralizarán sus labores los ciudadanos extranjeros que trabajan en el ramo de servicios y los jornaleros en los campos agrícolas. Igualmente, se impulsa un boicot económico permanente a ciertos alimentos y productos de consumo diario.
La jornada de protesta se adelantará como rechazo a la Ley SB1718 impulsada por el gobernador republicano Ron DeSantis que busca, entre otras cosas, impedir la contratación de personas indocumentadas.
A partir del 1 de julio, las compañías de más de 25 empleados deberán comprobar en una base de datos federal el estatus legal de las personas a las que deseen emplear. Ignorar esa obligación y contratar a un extranjero en situación irregular conllevará multas cuantiosas.
En Florida, un estado de unos 22,2 millones de habitantes, viven 772.000 migrantes indocumentados, según una estimación del laboratorio de ideas Migration Policy Institute.
Muchos de ellos trabajan en sectores esenciales para la economía estatal como la agricultura, la construcción y la hostelería.
La protesta
El vicepresidente de la Coalición de Migrantes Mexicanos, Manuel Castro Revueltas, explicó que de acuerdo con la norma sí una compañía no verifica a sus trabajadores se le revocará la licencia, además de que aumentan los castigos de cárcel por tráfico de personas a quienes entren con un indocumentado a Florida.
“Muchas de estas medidas ya existen en las leyes federales. Lo que pasa es que el gobernador Ron DeSantis busca lanzar su campaña presidencial y quiere tomar a los migrantes como “chivos expiatorios”, señaló al periódico El Sol de México.
Igualmente, señaló que otro de los aspectos negativos de la norma es que se establecen restricciones de servicio, ya que los hospitales que reciben fondos públicos bajo el programa Medicare, solo podrán atender casos de emergencia de indocumentados.
“Los hospitales que reciban dinero del Medicare deben preguntar a los pacientes sí son indocumentados. Los atenderán sí son casos de emergencia, pero si no, hablarán a los consulados de sus países de origen y se los entregarán. Ya se tienen casos que han regresado a paisanos enfermos a México”, dijo.
Castro Revueltas, aseguró que solo en el centro de Florida hay más de 55.000 trabajadores procedentes de Hidalgo, México, mientras que en todo el estado hay más de cinco millones de trabajadores latinoamericanos, por lo que pidió a los migrantes participar en la protesta y realizar un boicot a los productos de empresas que tienen asiento en Florida.
Además, pidió a los latinoamericanos viajar en la próxima temporada de vacaciones de mitad de año a Florida, como protesta a la ley.
“Y ni de chiste se te ocurra viajar a Florida de vacaciones. ¡Más vale nuestra dignidad que unos días de vacaciones!”, puntualizó.
“Efectos devastadores”
Por su parte, el director para Florida de la American Business Immigration Coalition, Samuel Vilchez, señaló que impedir la contratación de personas indocumentadas tendrá graves consecuencias económicas.
“Ataca a nuestras empresas y les impide crear nuevos puestos de trabajo, generar ingresos y prestar los servicios que pretenden ofrecer. Va en contra de lo que sabemos que es bueno para la economía y tendrá efectos devastadores para Florida”, enfatizó.
Según la oenegé Florida Policy Institute, la nueva ley podría generar pérdidas anuales de 12.600 millones de dólares para la economía del estado al reducir la mano de obra, los gastos de los migrantes indocumentados y los impuestos que pagan.
La incertidumbre creada por el cambio legal ya tiene consecuencias en los lugares de trabajo, a pesar de que aún no ha entrado en vigor y de que no obliga a denunciar la presencia de extranjeros en situación irregular.
El gobernador DeSantis, que parece listo para desafiar al expresidente Donald Trump en las primarias republicanas de 2024, se ha convertido en una figura de la derecha estadounidense por impulsar una agenda muy conservadora en asuntos como la educación, el aborto o la inmigración ilegal.
La semana pasada, acusó al gobierno del demócrata Joe Biden de desatender la frontera sur de Estados Unidos y defendió la nueva ley como una medida necesaria para reducir la delincuencia y el narcotráfico vinculados, según él, a la llegada de migrantes indocumentados.
* Con información de AFP