Los documentos que se llevó Donald Trump cuando se fue de la Casa Blanca incluyen secretos nucleares de Estados Unidos, según el acta de acusación hecha pública el viernes 9 de junio.
“Los documentos clasificados que Trump conservaba en cajas incluían información sobre las capacidades de defensa de Estados Unidos y de países extranjeros” y “sobre los programas nucleares” estadounidenses, según este documento.
Su potencial “difusión habría puesto en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos”, añadieron los fiscales.
El expresidente ya se había referido a esta acusación horas antes a través de su red social. “La administración corrupta de Biden ha informado a mis abogados que he sido acusado, aparentemente por el engaño de las cajas, a pesar de que Joe Biden tiene 1.850 cajas en la Universidad de Delaware, cajas adicionales en Chinatown, DC, con aún más cajas en la Universidad de Pensilvania, y documentos esparcidos por todo el piso de su garaje”, escribió el exmandatario en Truth Social.
Ante las declaraciones de Trump, Biden se manifestó de manera oficial ante esta nueva polémica. El presidente de Estados Unidos dijo que no se contactó con el secretario de Justicia, Merrick Garland, sobre la inculpación de su antecesor Donald Trump por haber retenido documentos secretos.
“No hablé con él ni hablaré. Y no tengo más comentarios sobre eso”, dijo a un periodista que le preguntó sobre el tema.
Partidarios de Trump acusan a Biden de utilizar la justicia para las presidenciales del año próximo en las que ambos líderes podrían volver a enfrentarse.
Trump, que aspira a conseguir la candidatura del Partido Republicano para las presidenciales de 2024, aseguró que fue convocado a presentarse ante un tribunal federal de Miami el próximo martes 13 de junio. “Nunca creí que algo así pudiera sucederle a un expresidente de Estados Unidos”, escribió en la misma red social.
Además de esto, a Trump se le sumó un nuevo problema y el panorama se puso aún más complejo para el político, en tanto que se conoció que dos de sus principales abogados; Jim Trusty y John Rowley, renunciaron el viernes 9 de junio, dejando así a la deriva la defensa del magnate. Ahora Trump deberá recurrir a nuevos defensores para hacer frente a al menos siete cargos relacionados con obstrucción de la justicia, conspiración y retención ilegal de material secreto del Gobierno de Estados Unidos.
En apartes de la comunicación de los abogados, citadas por Fox News, estos precisan que “esta mañana presentamos nuestras renuncias como asesores del presidente Trump, y ya no lo representaremos ni en el caso acusado ni en la investigación del 6 de enero”; refiriéndose también a la investigación que cursa en contra de Trump por la toma del Capitolio.
En la comunicación, los dos abogados señalaron que “ha sido un honor haber pasado el último año defendiéndolo”, deseando a la vez suerte al exmandatario en el proceso que enfrenta, manifestándose confiados en que este logrará salir bien librado del proceso. También advirtieron sus posturas de que el actual proceso que cursa en su contra es el resultado de intereses por parte de los representantes demócratas y su incidencia en el aparato judicial de Estados Unidos, refiriendo en ello también a la administración Biden.
Los abogados afirmaron que con la nueva citación a los estrados en Miami, ellos han considerado que era momento de dar un paso al costado, abriendo la posibilidad de que el expresidente pudiera nombrar un nuevo equipo judicial que se encargara de su representación en este nuevo proceso.
Desde su orilla ahora de exapoderados, los abogados también dejaron claro que no están dispuestos, ni han contemplado eventuales “apariciones en medios de comunicación para abordar las causas de su retiro”. Los abogados reiteraron su compromiso de confidencialidad con su ahora ex defendido, y con el equipo legal que ahora habría de asumir la defensa.