El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue acusado este martes 1 de agosto de haber intentado invertir los resultados de las elecciones de 2020, en los días previos al asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes, siendo este el caso legal más grave hasta el momento contra el expresidente que hace campaña por volver a la Casa Blanca.

En el auto de acusación de 45 páginas, presentado por el fiscal especial Jack Smith, se le acusa de tres cargos de conspiración y de uno de obstrucción por manipulación de testigos.

El exmandatario arremetió contra los cimientos de la democracia en un intento desesperado, y eventualmente fallido, de aferrarse al poder. | Foto: 2023 Getty Images

Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana de 2024, es acusado de conspiración para engañar a Estados Unidos y conspiración para obstruir un procedimiento oficial en las elecciones que dieron la victoria al actual gobernante Joe Biden.

“La finalidad de la conspiración era invertir los resultados legítimos de las elecciones presidenciales de 2020 mediante afirmaciones falsas deliberadas de fraude electoral”, sostiene la acusación.

El acta de acusación, que representa el tercer caso penal contra el expresidente mientras busca volver a la Casa Blanca en 2024, se produce luego de una larga investigación federal sobre las gestiones de Trump y de sus aliados para subvertir la transferencia pacífica del poder y mantenerlo en el cargo pese a una derrota decisiva ante Joe Biden.

El caso penal se produce mientras Trump lidera la contienda interna del Partido Republicano por la nominación presidencial. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

Incluso en un año de problemas legales en rápida sucesión para Trump, el caso penal presentado el martes fue particularmente impactante por las acusaciones que implican que un exmandatario arremetió contra los cimientos de la democracia en un intento desesperado, y eventualmente fallido, de aferrarse al poder.

Fiscales federales afirman que Donald Trump estaba “determinado a permanecer en el poder” en conspiraciones que atacaban una “función fundamental del gobierno federal de Estados Unidos: El proceso nacional de recolectar, escrutar y certificar los resultados de la elección presidencial”.

Trump tiene programado comparecer el jueves ante la jueza federal, Tanya Chutkan.

La reacción de Trump

“Este no es más que el último capítulo corrupto en el intento patético y continuo de la familia criminal Biden y su Departamento de Justicia armado para interferir con las elecciones presidenciales de 2024, en las que el presidente Trump es el favorito indiscutible y lidera por márgenes sustanciales”, afirmó Trump como reacción a su acusación a través de un comunicado publicado en su cuenta de Truth Social.

Y agregó: “¡interferencia electoral! La anarquía de estas persecuciones del presidente Trump y sus partidarios recuerda a la Alemania nazi en la década de 1930, la antigua Unión Soviética y otros regímenes autoritarios y dictatoriales”, haciendo una fuerte crítica y comparando el actual gobierno Biden con los regímenes dictatoriales del siglo pasado.

El caso penal se produce mientras Trump lidera la contienda interna del Partido Republicano por la nominación presidencial. Sin duda, el presidente y sus simpatizantes, e incluso algunos de sus rivales, le restarán importancia a la nueva acusación y la calificarán como otro simple proceso con fines políticos. Sin embargo, los cargos se derivan de una de las amenazas más graves a la democracia estadounidense en la historia moderna.

Una turba de partidarios del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, asalta el edificio del Capitolio de los Estados Unidos en Washington, EE. UU., el 6 de enero de 2021 | Foto: REUTERS

El asalto al Capitolio

Los cargos se enfocan en los turbulentos dos meses posteriores a los comicios de 2020, en los que Trump se rehusó a aceptar su derrota y difundió mentiras de que le robaron la victoria. El caos tuvo como resultado el ataque al Capitolio federal el 6 de enero de 2021, cuando simpatizantes de Trump irrumpieron en el recinto, atacaron a policías e interrumpieron el conteo legislativo de votos colegiados.

En el periodo entre las elecciones y la revuelta, Trump exhortó a funcionarios electorales locales a revertir los resultados de las votaciones en sus estados, presionó al vicepresidente Mike Pence para que suspendiera la certificación de votos del Colegio Electoral y afirmó falsamente que la elección le había sido robada, una noción que los jueces rechazaron en reiteradas ocasiones.

*Con información de AFP y AP.