Los animales domésticos enfrentan una dura realidad: el abandono. A pesar de que el perro es conocido popularmente como “el mejor amigo del hombre”, este título no lo ha librado de que, eventualmente, termine en las calles o dentro de un refugio.
El escenario se hace aún más dramático cuando el destino de los animales se torna oscuro. Y es que hay casos en los que la decisión final involucra su sacrificio.
El 20 de julio de 2015, el mundo conoció la historia de Kala y Keira, dos perras que iban a ser sacrificadas ese mismo día. En su momento, la organización benéfica Angels Among Us Pet Rescue indicó que estaban en un refugio en Estados Unidos y que estaba previsto “ponerlas a dormir”.
“Hoy es su último día a menos que podamos salvarlas. Esto es tan urgente como puede llegar a serlo. Realmente no tenemos tiempo de sobra. No tenemos acogidas disponibles. Los animales necesitados nos han abrumado recientemente y hoy debemos tener a alguien que solicite acogerse”, dice la publicación hecha por la organización en Facebook.
El post incluyó una fotografía bastante emotiva, además de un mensaje que tocó el corazón de los internautas: “Soy Kala. Esta es Keira. Estamos tan asustadas aquí. Las personas que trabajan en los refugios ven lo asustadas que estamos, pero se dicen unos a otros que hoy es nuestra fecha límite. Tenemos que tener a alguien que nos rescate o seremos ‘las siguientes’. Keira es negra y no es una bóxer real, una mezcla. Ella es muy valiente y me dice que todo estará bien pase lo que pase. Ella me dice que yo también sea valiente, pero no sé si puedo serlo. ¿Puedes ver nuestras caras? Keira sabe lo que va a pasar”.
El relato fue escrito en primera persona, como si la misma Kala estuviera contando su historia. “Puedes verlo en sus ojos. Está poniendo una cara valiente, sin duda, pero puedo sentir su corazón latiendo rápido mientras me aferro a ella. Si nadie nos salva, alguien me la quitará. La veré mientras camina por el pasillo. Ella no va a volver y voy a llorar. Vendrán por mí a continuación y no seré tan valiente. Nos hemos consolado mutuamente mientras estuvimos aquí. Ella me dio esperanza cuando no la tenía. Ahora se acabó”.
Un abrazo salvó sus vidas
La publicación fue impactante, no solo por el mensaje escrito en la descripción, sino por la fotografía. Kala aparecía abrazando a Keira. Ambas lucían con una evidente tristeza, como si realmente supieran que eran las siguientes en ser sacrificadas.
La suerte las acompañó ese día. La imagen no tardó en hacerse viral y, por fortuna, Kala y Keira encontraron su salvación.
“¡Están seguras!” ¡No hay palabras para decirles lo felices que estamos de que estas dos mejores amigas estén a salvo y juntas! ¡Gracias por sus acciones, donaciones y ofertas! Basta con mirar a estas dos! Es por eso que rescatamos”, celebró la organización Angels Among Us Pet Rescue.
En octubre de 2015, la organización publicó la tan esperada fotografía de Kala y Keira con su nueva familia. Las perritas fueron adoptadas por Wendy y Pam, quienes se conmovieron al conocer la emotiva historia y decidieron darles una nueva oportunidad de vida.
“Kala, una mezcla de sabueso de 11 meses, y Keira, una mezcla de bóxer de 15 meses, finalmente han encontrado su hogar permanente. Están jugando felices juntos con Kala, siguiéndola y abrazando a su mejor amiga, Keira. De hecho, Wendy dice que están trabajando en una página especial de Facebook que mantendrá a la gente comprometida con Hugging Dogs y, con suerte, recaudará dinero adicional para ayudar a Angels Rescue a salvar a otros perros en los refugios de alta matanza de Georgia”, dice la publicación.
Inseparables
Han pasado ocho años desde que Kala y Keira fueron rescatadas. Desde entonces, ambas se han mantenido unidas dentro del mismo hogar.
De hecho, cuentan con un perfil en Facebook llamado ‘Kala & Keira Hugging Dogs’ (Kala y Keira, abrazando perros), en el cual sus administradores comparten fotografías con las peluditas como protagonistas e incentivando a la adopción animal.
Las imágenes muestran a Kala y Keira en escenario completamente diferente a aquel refugio donde temían por sus vidas. Hoy, son felices dentro de un hogar que las ama.