Desde que Rusia decidió invadir Ucrania, las relaciones con Estados Unidos se deterioraron por completo. Ante esto, los dos países están en alerta máxima y sobre todo en el área cibernética.
Ante esto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio un importante anuncio, donde afirmó haber desactivado un “sofisticado” sistema de espionaje utilizado por la agencia de inteligencia rusa, la FSB, durante dos décadas para espiar en 50 países, incluido un aliado de la Otan.
La FSB había insertado con éxito el programa malicioso Snake o Uróboros en sistemas informáticos de todo el mundo, centrado en redes gubernamentales, sistemas de investigación y periodistas, según funcionarios estadounidenses.
En una operación de años, el FBI pudo derrotar a Snake al insertar su propio código de computadora en él y lograr que emitiera comandos que hicieron que el programa malicioso se sobreescribiera, llevando a su neutralización, explicó el Departamento de Justicia.
“A través de una operación de alta tecnología que volvió este ‘malware’ ruso contra sí mismo, las fuerzas del orden estadounidenses neutralizaron una de las herramientas de ciberespionaje rusas más sofisticadas”, celebró la secretaria adjunta de Justicia, Lisa Mónaco, en un comunicado.
Los expertos en seguridad informática conocen el malware desde hace al menos una década, y Cisa, la agencia de ciberdefensa de Estados Unidos, dijo que la FSB comenzó a desarrollarlo en 2003.
Según Cisa, Snake es “la herramienta de espionaje cibernético más sofisticada en el arsenal de la FSB”, particularmente sigilosa, extremadamente difícil de detectar en los sistemas informáticos y el tráfico de red.
Además, tenía “sorprendentemente pocos errores dada su complejidad”, dijo Cisa. Esos aspectos le permitieron a la FSB trabajar sin ser detectada durante años a través de redes en expansión e ingresar a computadoras con documentos confidenciales.
Al menos en un caso, Snake se insertó en los sistemas de un país de la Otan no identificado, lo que permitió a la inteligencia rusa acceder y filtrar documentos confidenciales de relaciones internacionales y comunicaciones diplomáticas, informó Cisa.
“La efectividad de este tipo de implante de espionaje cibernético depende completamente de su sigilo a largo plazo”, dijo la agencia.
Estados Unidos ya había denunciado espionaje de Rusia
El mismo Departamento estadounidense ya había advertido sobre el espionaje hecho por un hombre ruso que, oculto tras un alias brasileño, estudió en una universidad en Washington y trató de unirse a la Corte Penal Internacional en La Haya.
La imputación del Departamento de Justicia para Sergey Vladimirovich Cherkasov sugiere que Estados Unidos tratará de impugnar su eventual extradición hacia Rusia desde Brasil, donde actualmente está preso por cargos de fraude de identidad.
Cherkasov, de 39 años, fue detenido a comienzos de abril de 2022 por las autoridades neerlandesas por usar documentos de identidad falsos. El hombre llegó a Países Bajos como el brasileño Viktor Muller Ferrerira, para entrar a la CPI como analista júnior.
Sin embargo, la Policía neerlandesa determinó que no era brasileño, sino un agente del Departamento Central de Inteligencia de las Fuerzas Armadas Rusas (GRU).
Se le consideró como un “ilegal”, un espía que vivió encubierto en el extranjero por varios años y llega a desarrollar una identidad completamente nueva. Esto incluyó dedicarse entre 2018 y 2020 a programas de maestría de estudios internacionales en la Universidad John Hopkins, según la acusación y una hoja de vida publicada en internet.
*Con información de la AFP.